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Jueces europeos piden ayuda a España por una masiva estafa con lotería falsa

Los timadores comunicaban por carta o Internet a las víctimas que les había tocado el 'gordo'

Jueces de Madrid están recibiendo comisiones rogatorias de colegas y fiscales de toda Europa, e incluso de otras partes del mundo -Estados Unidos y Canadá- en las que recaban ayuda para castigar a los culpables de la masiva estafa de una falsa lotería española. Un fraude que se ha tragado los ahorros de familias de muchos rincones del planeta, según fuentes de la fiscalía de Madrid. En julio pasado, la policía desarticuló en Málaga, en la llamada Operación Nilo, a varias de estas redes y detuvo a 300 personas acusadas de estafar a 20.000 personas de 50 países.

Los estafadores han enviado en los últimos años millones de correos electrónicos y cartas a familias de casi todo el mundo informándoles de que les había tocado el gordo de la lotería española. Para recibir los millones (hasta 800.000 euros), les decían que debían pagar una comisión al Gobierno del 10% del importe del premio. Cientos de personas creyeron las tretas de estas redes y enviaron importantes cantidades de dinero a las direcciones que les indicaban los estafadores.

"Estas bandas utilizaban unos métodos de película", afirman fuentes jurídicas. "Tienen salidas para todo y estudian los diálogos con sus víctimas al detalle. Cuanto más las exprimen, más insaciables son. Aunque muy mermadas, aún quedan activas algunas de estas redes", añaden estas fuentes. Hay víctimas de todo el mundo: Francia, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Corea, Argentina...

El caso de Mbumba

A continuación se describe el peculiar drama vivido entre septiembre y octubre de 2004 por Mbumba N., ciudadano belga. Un fiscal de su país acaba de pedir "a la autoridad judicial española", amparándose en la obligatoria cooperación judicial europea, que investigue la estafa que sufrió Mbumba. Una banda radicada en Madrid le desplumó 30.000 euros, todos sus ahorros. Una pesadilla para este belga de origen africano que, según explicó al fiscal de su país, soñó que el premio era real y que con él sacaría a toda su familia, residente en el Congo, de la miseria. Mbumba narra cómo el 8 de septiembre, al término de su trabajo, recibió una carta procedente de España. Con todo lujo de sellos y membretes, le informaban de que había sido agraciado con un premio de la lotería española de 254.000 euros. A él le extrañó: "No tenía lotería de España y ni siquiera conocía el país", relató. Pero siguió las indicaciones.

Debía contactar urgentemente con su agente en España, un tal Mark Castro. "No sabía ni una palabra de francés", recuerda. "Pero como yo quería el premio, me esforcé en hablar con él en inglés". Castro le advirtió de que debía guardar sigilo sobre la fortuna que le había tocado. "Corres el riesgo de que otros también reclamen el premio y haya que repartirlo", le engañó.

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A partir de ahí, los estafadores -intervienen cinco- le hacen una envolvente y le sacan todos sus ahorros. La red se comunicaba con la víctima por carta, teléfono o fax. Para dar verosimilitud al fraude, los delincuentes le enviaron cartas con membretes que imitaban a los del fisco español y el organismo de loterías. "Recibí una primera carta según la cual debía transferir 680 euros para el Ministerio de Hacienda de España". Explicaban que era la tasa del fisco "por facilitarme un certificado antierror del premio y como pago de la autorización al BBVA de la salida del premio al extranjero".

-"¿Y por qué no la descuenta del premio?" -comentó la víctima,

-"Nadie, salvo usted, puede tocar ese dinero" -le contestaron por teléfono.

A partir de ahí, los estafadores, con una mujer que hacía de empleada del Credit Suisse, le sacaron, a lo largo de un mes de constantes peticiones y tretas, un total de 30.000 euros. "Agoté mis ahorros y tuve que pedir dinero a familiares y amigos", contó Mbumba al fiscal.

Dos nigerianos, en julio de 2005, antes de declarar en un juzgado de Málaga por la Operación Nilo.
Dos nigerianos, en julio de 2005, antes de declarar en un juzgado de Málaga por la Operación Nilo.JULIÁN ROJAS

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