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Varios testigos avalan que un deficiente mental intervino en una compra inmobiliaria de Kepro

El deficiente mental utilizado como testaferro en una operación pantalla para la compra por la multinacional Kepro de los terrenos del complejo comercial Diagonal-Mar, en Barcelona, ha sido reconocido por varios testigos como la persona que acudió a las oficinas de una agencia de cambio y bolsa para adquirir los títulos de la firma Profimar. Esta sociedad realizó la compra de las fincas, que inmediatamente revendió a Kepro y generó presuntamente una bolsa de dinero negro. Los dos acusados niegan conocer a la víctima.

Los hermanos Ricardo y Alfredo Saenger, abogado y empresario, respectivamente, ingresaron el pasado martes en la cárcel Modelo acusados de un delito fiscal de 350 millones de pesetas y de poner en peligro la vida del deficiente mental -Juan F., de 48 años- al enviarlo solo a Venezuela para que evitara la investigación de Hacienda. Los acusados declararon que no conocían al deficiente, quien tras deambular tres semanas por Caracas con grave peligro de su vida logró ponerse en contacto con la embajada, española.Sin embargo, varios empleados de una agencia de cambio y bolsa situada en la Rambla de Catalunya de Barcelona han identificado a Juan F. como la persona que acudió a su despacho para firmar unos documentos y que iba acompañado por uno de los hermanos Saenger.

La investigación agrega que Profimar compró en marzo de 1990 dos fincas del Poblenoti por valor de 580 millones de pesetas y ese mismo día las revendió a Kepro por 1.188 millones y generó una bolsa de dinero negro.Kepro promueve la construcción del complejo Diagonal-Mar, el de mayor envergadura de la Barcelona posolímpica, que supone una inversión de 60.000 millones de pesetas en una primera fase. El teniente de alcalde Joan Clos manifestó ayer que el Ayuntamiento no se pronunciará sobre el caso hasta que haya una resolución judicial. El alcalde, Pasqual Maragall, sin embargo, manifestó: "No existe un proyecto de magnitud que no tenga problemas".

Declaración de Rosillo

El presidente de Kepro, Juan Manuel Rosillo, declaró el jueves ante la policía que desconocía la existencia de Profimar, que la operación de compra-venta la realizó una firma del grupo y que ignoraba los pormenores de la misma.

La multinacional Kepro difundió ayer un comunicado en el que sostiene que pagó 1.188 millones de pesetas a los representantes legales "de los vendedores de dichas fincas, la empresa Profirnar". La nota de Kepro señalaba que esa cantidad fue "acordada desde el inicio de las conversaciones con los representantes de la propiedad". La multinacional sostiene que el dinero de la operación fue a parar íntegramente "a los propietarios que figuraban como titulares registrales". La citada nota viene a decir que si Profimar había actuado como empresa pantalla, en realidad lo habría hecho por cuenta de los propietarios de los terrenos.

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Esta aseveración contrasta con los datos de la investigación, según la cual Kepro ya había comprado en 1989, en operaciones ajenas al caso, tres solares en Val1vidrera, por un importe aproximado de 100 millones de pesetas, a través de Profimar. Esta misma empresa figura también en el sumario del caso Macosa, relacionado con irregularidades en la compra de unos terrenos por parte de Kepro. En: relación con este caso, el presidente de Kepro reconoció a Finales de 1992 ante el magistrado Luis Pascual Estevill que en alguna ocasión había comprado terrenos a Profimar. Sobre el rastreo de los talones, los datos de la investigación tampoco coinciden con la versión de Kepro.

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