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Reportaje:El terrorismo golpea al empresariado vasco

"A esos de LAB, ¿no les van a echar?"

En Azpeitia lamentan la falta de valentía de los radicales para repudiar a ETA

Mikel Ormazabal

A la concentración de los trabajadores en protesta por el asesinato de Ignacio Uria tampoco acudió ayer ningún representante del sindicato afín a ETA. A uno de los asistentes le dio un arrebato y dijo: "A esos de LAB, ¿no les van a echar de la empresa? Matan a su jefe y se quedan tan tranquilos. Aquí no pasa nada". El mismo día del atentado, los tres delegados de LAB en el comité de empresa no apoyaron el comunicado de condena -sólo lo firmaron los siete de ELA- por el asesinato de Uria, propietario de la constructora Altuna y Uria. "La familia será tan buena como era Inaxio con todo el mundo, y les mantendrán en el trabajo. ¿No es motivo suficiente para despedirles?", añadió.

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Los empleados de la empresa estaban muy afectados. "Son unos bárbaros", "nos han quitado a un gran jefe", "estamos muy tocados", comentaban. Según algunos, Uria les hubiera dicho "tenemos que seguir adelante", la expresión de ánimo que el constructor siempre empleaba en euskera ante cualquier adversidad.

Había tanta tristeza entre los trabajadores como indignación en la cafetería Uranga de Azpeitia. "Es mentira que los compañeros de Inaxio jugaran la partida como si no hubiese pasado nada. Vinieron a la misma hora de siempre; estuvieron charlando entre ellos. Estaban muy tristes por lo ocurrido. Y después de tres horas decidieron echar una partida como homenaje y en recuerdo de su amigo", explicó ayer una responsable del local. El empresario solía ir al Uranga entre semana, después de comer en su casa y de jugar al tute en el restaurante Kiruri, donde siempre pedía "un café cortado y un puro", aseguró una camarera. Los asiduos a las partidas de cartas estaban enfadados con la prensa y no quisieron ni ser fotografiados ni grabados por las televisiones.

A pocos metros de la cafetería, la normalidad de un jueves cualquiera seguía su curso en Azpeitia, 24 horas después de ser matado a tiros un vecino de 71 años apreciado por todos.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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