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De Meer nunca presto declaracion sobre el presunto delito de conspiracion para la rebelión

Carlos Yárnoz

El coronel Carlos de Meer, absuelto en consejo de guerra del presunto delito de abandono de residencia, no declaró nunca ante la Audiencia Nacional sobre la acusación -basada en un informe del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID)- de que estaba preparando "la organización del un golpe de Estado". Las diligencias judiciales previas sobre esta acusación fueron tramitadas en el Juzgado número 4 de la Audiencia Nacional, pero fueron archivadas el 6 de noviembre del pasado año a instancia del fiscal y por decisión del juez Carlos Vivar Blasco.

De Meer fue detenido el 9 de mayo del pasado año y, un mes más tarde, entró en vigor el nuevo Código Penal Militar, de acuerdo con el cual todos los delitos relacionados con la rebelión militar pasaron a ser competencia de la jurisdicción ordinaria. Por eso, las autoridades judiciales militares procesaron a De Meer por el presunto delito de abandono de residencia -delito militar-, a la vez que enviaron a la jurisdicción ordinaria todo lo relacionado con el presunto delito de conspiración para la rebelión.La presunta comisión de este delito por parte de De Meer estaba basada en un informe elaborado por el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) el 7 de mayo del pasado año y firmado por el director del centro, general Emilio Alonso Manglano. En este informe, titulado Viaje a Trípoli del coronel De Meer, se indica que De Meer se reunió en Madrid el 17 de enero de 1986 con el diplomático libio Saed Esmaiel y los ultraderechistas José Antonio Assiego y Enrique Moreno, y hablaron del "propósito de De Meer de organizar un grupo político" de carácter africanista y antiatlantista, así como de promover "la hermandad" entre las religiones cristiana y musulmana.

En el mismo informe se indica que De Meer y Esmaiel acordaron una entrevista del coronel con Muammar el Gaddafi, a quien el 26 de enero le expuso sus planes y le explicó que preveía "la realización de un golpe de Estado". El dirigente líbio le prometió "cuantiosa ayuda económica". En Trípoli, De Meer se hospedó, según el CESID, en el hotel Libian Palace. El informe estaba acompañado de fotos de De Meer y Esmaiel en el aeropuerto de París-Orly, de paso hacia Trípoli.

Petición de pruebas

Ante estas afirmaciones tan rotundas, el Juzgado número 4 de la Audiencia Nacional pidió al CESID y a la Dirección de Seguridad del Estado que aportaran más pruebas, pero ambos respondieron que no disponían de más datos. Incluso la pista del coronel fue perdida en su regreso a España y el CESID, en un segundo informe de septiembre de 1986, dice: "En relación con la eventual estancia o alojamiento del repetido coronel en Barcelona, el citado día 27 de enero, no han podido obtenerse evidencias al respecto que puedan aportarse al procedimiento".El CESID afirma, en dos informes diferentes, que la salida de Madrid de De Meer y su regreso por Barcelona -extremo que niega rotundamente el coronel- fueron seguidos "por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía (CSP) adscritos a la Dirección General de la Policía". Estos funcionarios aseguran que Carlos De Meer llegó a Barcelona en la noche de 27, pero no aportan pruebas concretas y además, se reconoce que, a partir de ese momento, ya no hay constancia de la presencia del coronel en ningún lado, hasta que dos días más tarde es detectado en Madrid.

Testigos de la defensa

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De Meer no declaró nunca ante la Audiencia Nacional por las acusaciones de golpismo. Ni Assiego ni Moreno, que tampoco declararon ante la Audiencia, fueron llamados a declarar en el consejo de guerra del pasado miércoles en Sevilla. El fiscal militar llamó como únicos testigos precisamente a los mismos que la defensa de De Meer había propuesto para intentar demostrar que el coronel estuvo el 26 de enero en Madrid, pero ningún testigo afirmó lo contrario, por que nadie del CESID ni del CSP fue llamado para que demostraran lo que se afirmaba en los informes.De otro lado, en medios militares se ha destacado con extrañeza el hecho de que, si las actividades de Carlos De Meer se realizaron sobre todo el mes de enero de 1986, la detención del coronel no se produjo hasta el 9 de mayo de ese año y no hay constancia de otro tipo de iniciativas a lo largo de este espacio temporal.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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