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Un empresario importante y desconocido

José Lipperheide Henke, con medio siglo de vida empresarial a sus espaldas, es uno de los casos más claros de activo e importante empresario y desconocido hombre público, según comentaban medios económicos al conocer el secuestro. Quizá haya contribuido a forjar esta imagen su escaso interés por las relaciones sociales. Ayer mismo declaraban sus próximos que descansaba pocos días y su única afición ha sido la caza.Pese a estar presente en una veintena larga de empresas, en unas como presidente, y en otras, como consejero, los medios informativos que publicaron las listas de declaraciones de renta y patrimonio por 1977 y 1978 no repararon en su ausencia. Su nombre tampoco figura en el más amplio Quién es quién en Vizcaya, que se ha publicado.

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Secuestrado, por un comando armado el industrial vasco José Lipperheide

José, actualmente viudo y padre de un hijo y tres hijas casadas, tiene 75 años de edad. El 1 de marzo próximo cumplirá 76. Nació en Neheim, de la República Federal de Alemania, y llegó a España a los diecisiete años de edad, con su familia, integrada también por Francisco y Federico. Vizcaya vivía entonces momentos de apogeo, sobre todo en sus sectores minero e industrial, que enriqueció a quienes tomaron a tiempo la iniciativa.

José Lipperheide persiguió la fortuna mediante la incesante creación de empresas, sobre todo de extracción y transformación de minerales para abastecer a la pujante industria básica. En los últimos lustros se orientó hacia la química. Está presente en casi una treintena de sociedades.

Junto a su hermano Federico, padre del actual vicepresidente del Banco de Vizcaya, creó en su primera juventud la empresa Lipperheide y Guzmán, SA, luego denominada Minerales Electrolíticos, SA. Ahora se llama Industrias Reunidas Minero-Metalúrgicas, SA (Indumetal) y es la mayor de la familia, con medio millar de trabajadores y cerca de 10.000 millones de pesetas de ventas anuales. Es presidida por Federico, poseedor de una trayectoria profesional muy parecida a la de su hermano, con quien se cruza algunas presidencias y vocalías de consejos de administración.

Las principales empresas que preside José, media docena, según el último Directorio de Consejeros y Directores, y casi una veintena, según medios económicos vascos, son de medianas proporciones; es decir, de uno o dos centenares de trabajadores y con facturación próxima a los 2.000 millones de pesetas anuales. Asimismo es consejero de otra decena.

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Las seis sociedades, de diversa situación económica y sociolaboral, son: Derivados del Flúor, SA, Auxiliar Siderúrgica, Alco-Técnica, San Telmo Ibérica Minera, Remetal y Explotaciones Agrícolas Navalvaca y Retamar, empresa a su nombre, el de su hijo y sus tres yernos. Uno de ellos, Jaime Aguirre Laisecas, lleva la empresa Remetal. Forman su activo participaciones en otra veintena de empresas químicas e inmobiliarias.

La principal inversión promovida últimamente por José, cuyas empresas y las de su hermano están en algunos casos vinculadas a los bancos Bilbao e Hispano, es construir una planta que produzca en Baracaldo (Vizcaya) 300.000 toneladas anuales de ácido sulfúrico, mediante un consorcio formado por Sefanitro, donde Federico (más centrado en el mundo químico y del plástico) es consejero, Derivados del Flúor, Indumetal, Metalquímica y San Telmo.

El proyecto, que fue aprobado tras un largo debate el pasado mes de septiembre por él Ayuntamiento de la localidad, con la abstención de Herri Batasuna y PCE, trata de integrar desde las empresas que extraen mineral hasta que lo transforman en sulfúrico, pasando por las que utilizan ácido o residuos de piritas para sacar cobre, zinc, hierro, oro, plata, etcétera.

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