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LA LOTERÍA DE 'EL NIÑO'

Las brujas viven en la casa de Xavier Gabriel

Xavier Gabriel, el lotero de Sort, empieza a estar acostumbrado a la suerte. Se lo ha ganado. Cuando en 1986 salió a concurso una administración en esta pequeña población leridana, nadie la quería. Había que vender 250.000 pesetas a la semana. Algo que parecía imposible. Gabriel, con 29 años, y su mujer se la quedaron. No era su primera aventura. Ya había dejado su empleo de delegado bancario para embarcarse en la promoción de deportes de riesgo. Fue el introductor en España del rafting.A su flamante lotería le puso L"Estel. En 1994 repartió 10.000 millones del primer premio de El Niño. Por entonces, el local se llamaba Stop, para que los automovilistas se pararan a comprar la suerte. Cuando en 1996 le volvió a tocar El Niño fue cuando le puso el nombre que estaba pensando desde hacía tiempo: La Bruixa d' Or (La Bruja de Oro). Desde entonces la bruja no ha dejado de estar a su lado. Ayer esparció 4.200 millones del segundo premio. En cinco años ha repartido 22.076 millones en premios. Es la tercera administración en ventas de España y se calcula que factura unos mil millones de pesetas al año. Tiene suscriptores de lotería en todo el mundo, vende a través de Internet (www.lleidavirtual.brujadeoro), muchos turistas peregrinan expresamente al pueblo para intentar aprovecharse de la suerte perpetua de que disfruta Gabriel. En 1996 amplió el negocio con la venta de amuletos de la suerte como figuras de brujas o botes donde guardar los décimos. Incluso vende cava La Bruixa para celebrar sus inevitables golpes de fortuna.

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Ayer vendió el segundo premio y rozó el gordo. Un número frustró otra lluvia de millones. A estas horas Gabriel todavía se estará tirando de los pelos, ya que el gordo correspondió al número 33.638 y él había vendido íntegramente el 33.938. Es evidente que el sorteo de El Niño es la especialidad de La Bruixa d' Or. "Nos volveremos a ver el 5 de enero, seguro", decía el lotero el pasado 22 de diciembre al despedirse de los periodistas.

"Desde hace cuatro años no he devuelto ningún décimo al Organismo Nacional de Loterías. Al contrario, siempre tengo que pedir más", explica con orgullo Gabriel. "Acostumbro a jugar 10 décimos en todos los sorteos y esta vez tuve que venderlos para complacer a unos clientes. ¡Menos mal que no han resultado premiados!", añadió.

Lo cierto es que las posibilidades de que La Bruixa d' Or reparta millones en cada sorteo han aumentado considerablemente gracias a la popularidad adquirida por la administración, que se ha convertido en el segundo establecimiento que más lotería vende en Cataluña y el tercero de España. Tan sólo le superan el de La Manolita, de Madrid, y la Valdés de Barcelona. Estas navidades ha sido la locura. Gabriel, que casi no tiene tiempo para atender el teléfono y a las radios que quieren entrevistarle, no sabe decir cuántos números ha vendido en este sorteo: "Posiblemente más de 700", afirma.

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