Llamazares y Herrera denuncian las "contrarreformas"

El presidente del Gobierno acusó los durísimos golpes políticos que le asestaron Gaspar Llamazares, de IU, Joan Herrera de ICV y Joan Ridao, de ERC. Ante las acusaciones de los dos primeros, el rostro del presidente se tornó grave y con ostensible preocupación. No era para menos, Llamazares le acusó de proponer contrarreformas, en la política laboral, en las pensiones y con la reestructuración de las cajas. "Ahora también va a aumentar el periodo de cálculo de las pensiones para que el sistema privado de pensiones tenga cada vez más espacio", reprochó Llamazares.

Desde ICV, Joan Herrera, se declaró "profundamente decepcionado" por la política económica de Zapatero, al que preguntó por la política fiscal y para cuándo habría una subida de impuestos para las rentas más altas. Herrera recordó que el presidente había anunciado que "el nuevo impuesto" estaría "en pocas semanas". El presidente precisó que la nueva figura fiscal se abordará en los Presupuestos del próximo año y abrió la puerta a la negociación con ellos. Las réplicas y contrarréplicas se produjeron sobre la política social. Herrera y Llamazares consideraron merecida la convocatoria de huelga general.

Zapatero se defendió de las acusaciones aportando datos sobre las actuaciones de su Gobierno en esta materia. El presidente defendió esta política que, en buena medida, se había llevado a cabo con la coparticipación de esos grupos. Pero los interpelantes continuaron en la misma línea de ataque por abandonar políticas de izquierda.

"Se les ha caído la fachada progresista", proclamó Joan Ridao, de ERC. Por otro lado, Herrera ha criticado duramente la deriva económica del Ejecutivo porque "un Gobierno que se reclamó de izquierdas ha protagonizado el ajuste más duro, descompensado e injusto que se podía esperar".