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Llamazares y el PCE retoman la bronca al hacer las listas

La bronca entre los dos sectores enfrentados de IU -el que apoya al coordinador Gaspar Llamazares y el de la dirección del PCE- parecía aparcada hace sólo seis días, cuando Llamazares se alzó vencedor en las primarias y fue reconocido por todos como legítimo candidato a la presidencia del Gobierno en marzo de 2008. Pero ahora hay que elaborar las listas electorales, y ahí ha vuelto a declararse la guerra interna.

La Comisión Permanente (dirección federal) de IU aprobó ayer una resolución pidiendo que los candidatos de cada provincia se elijan también por primarias: pretende evitar así que el PCE imponga a sus cabezas de lista y quite a Llamazares el control sobre el futuro grupo parlamentario. "Gaspar ha ganado las primarias generales y no vamos a permitir que en la confección de las listas se ignore eso", avisaron ayer fuentes de la dirección.

IU tiene en este momento tres diputados en el Congreso, todos afines a Llamazares: dos por Madrid (el propio coordinador y Montse Muñoz) y una por Valencia (Isaura Navarro). Pero en las dos principales federaciones controladas por el PCE -Andalucía y Valencia- han comenzado los movimientos para alterar ese tono monocolor del grupo parlamentario.

Asamblea impugnada

El pasado sábado, IU-Valencia celebró una asamblea en la que designó a un nuevo cabeza de lista: ya no sería Isaura Navarro sino Antonio Montalbán. En Andalucía, el gran feudo de los críticos con Llamazares, se ultima un acuerdo para que el candidato por Sevilla sea Felipe Alcaraz, presidente del PCE. De modo que, si IU repite diputado en Valencia y consigue uno en Sevilla (en 2004 se quedó a muy poco de lograrlo), Llamazares tendría dos diputados hostiles en el grupo.

Por eso los partidarios de Llamazares en Valencia han impugnado por "irregularidades" la asamblea del sábado, y será el Comité de Garantías el que decida cómo resolver una batalla que se augura feroz. En paralelo, la dirección federal de IU aprobó ayer una resolución que pide que sea la militancia, y no la dirección de cada federación, la que decida las listas allí donde no hay "candidato de consenso". Y advierte: "No se entendería en absoluto una representación parlamentaria al margen de lo que ha sido la línea política mayoritaria y los resultados de las primarias [ganadas por Llamazares]".

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