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Londres estudia negar la extradición de dos ex presos de Guantánamo

Policías españoles interrogaron a los acusados en la base americana

La Justicia británica se plantea negar la extradición a España de dos ex presos de Guantánamo a los que el juez Baltasar Garzón reclama por presunta pertenencia a la red española de Al Qaeda. El magistrado británico que lleva el caso apoyó ayer la tesis de la defensa de que se aclare antes qué pasó con una primera petición de extradición presentada a Estados Unidos por el Gobierno Aznar en febrero de 2004, a instancias de Garzón.

El magistrado pidió al fiscal de la Corona, que representa la petición española, que presente toda la documentación relacionada con la petición de Madrid a Washington.

La orden de detención europea cursada por Garzón el pasado 19 de diciembre, coincidiendo con la liberación de Jamil el Banna y Omar Deghayes tras pasar cinco años en Guantánamo, ha causado gran polémica en el Reino Unido porque no se entiende porqué España no insistió en que fueran extraditados cuando estaban en Guantánamo pero pide su entrega ahora, cuando tanto Estados Unidos como el Reino Unido han aceptado que no son peligrosos y podrían estar por fin en libertad.

A esa polémica se une la cuestión, políticamente muy delicada tanto para Londres como para Madrid, de que las acusaciones contra El Banna y Deghayes podrían estar basadas en interrogatorios practicados en Guantánamo en presencia de policías españoles y que ambos formarían parte de las remesas de presos enviados a esa base norteamericana en Cuba en vuelos secretos de la CIA que hicieron escala en España o al menos atravesaron el espacio aéreo español.

"Un calvario"

"Las autoridades españolas están profundamente implicadas en el calvario

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[sufrido por El Banna y Deghayes] estos últimos cinco años. Accedieron a, y facilitaron, su interrogatorio en Guantánamo y desde luego participaron en el proceso de interrogación", denunció ayer el abogado Edward Fitzgerald, que encabeza la defensa de los dos acusados. Aunque no tienen nacionalidad británica, los dos residían legalmente en el Reino Unido antes de ser detenidos y enviados a Guantánamo.

La posibilidad de que al final no sean extraditados a España pareció ayer abrirse paso cuando el fiscal hizo hincapié en resolver antes que nada uno de los seis argumentos de la defensa: aclarar si El Banna y Deghayes están en condiciones físicas y psicológicas de aguantar un proceso en España tras pasar cinco años en Guantánamo. Si los expertos concluyeran que no están en condiciones, los dos quedarían libres, no habría extradición y tampoco saldrían a la luz pública los detalles quizás sórdidos de sus interrogatorios en la base americana y los detalles de qué ocurrió con la primera petición de extradición.

El caso ha despertado gran polémica en el Reino Unido. El dramaturgo y Premio Nobel de Literatura, Harold Pinter, hizo ayer un llamamiento al Gobierno español para que renuncie a la extradición. Pinter hizo ese llamamiento en una carta publicada por el diario The Times y firmada también por tres abogados y activistas de izquierda: la baronesa Kennedy, sir Geoffrey Bindman y Victoria Brittain. En la carta argumentan que tanto Estados Unidos como el Reino Unido han reconocido que Jamil el Banna y Omar Deghayes no son peligrosos y que "no se justifica que ahora se prolongue el calvario de estos dos hombres".

Los firmantes admiten que hay poco margen legal para que Londres niegue la petición de extradición "pese a la debilidad del caso" y hacen "un llamamiento al Gobierno español para que retire su desafortunado procesamiento de estos dos hombres".

Tanto El Banna como Deghayes están en libertad bajo fianza a la espera de que se resuelva la petición española. Buena parte de la fianza ha sido pagada por la actriz Vanessa Redgrave.

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