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La policía sospecha que numerosos franceses se han integrado en la infraestructura de ETA

El número de franceses implicados en la infraestructura de ETA ha aumentado considerablemente, sobre todo en el aparato de acogida y seguridad o bien como mugalarís, cuya misión es guiar a través, de los pasos clandestinos existentes entre España y Francia tanto a los activistas como las armas u otro material de la organización. Expertos de la Guardia Civil sospechan incluso que algún francés se ha incorporado a la dirección de la organización, aunque otras fuentes de la lucha antiterrorista señalan que "no hay pruebas" y que, por el momento, no pasa de una simple sospecha.

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ETA ha puesto en marcha un nueva política basada en extender de forma controlada el "conflicto" al País Vasco francés y en el acercamiento al grupo independendista Iparretarrak [los del Norte], según algunas fuentes de la lucha antiterrorista. Éstas barajan la posibilidad de que algún ciudadano francés se haya integrado en la dirección colegiada, después de la reestruturación que se produjo tras la captura de la cúpula en 1992 en Bidart (País Vasco francés) y de otras caídas en 1993 y 1994.Pero otros mandos policiales señalan que "no existen pruebas" de la presencia de franceses en la dirección de ETA, aunque reconocen que hay sospechas de que Daniel Derguy, de 35 años, natural de Hasparren, puede tener "algún tipo de responsabilidad" en la estructura de la organización terrorista, sin llegar a la cúpula. Derguy, que formó parte del comando itinerante responsable de varios atentados en la costa mediterránea española en 1993, fue localizado por última vez en julio de 1994, tras robar una moto Yamaha 1.000 GTS en Sauveterre de Bearn (Francia).

"También es posible que la composición del comité ejecutivo de ETA no sea estable y pueda incorporar a otros militantes cualificados en función del asunto concreto que se vaya a tratar", señalan medios de la lucha antiterrorista.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que hay numerosos franceses integrados en el aparato de acogida y seguridad de ETA, cuya misión es dar escondite a los activistas que huyen de España. Este hecho es consecuencia en parte de la política de dispersión iniciada hace varios años por el Gobierno de París para evitar, mediante órdenes de residencia obligatoria, que la concentración de miembros de ETA en el País Vasco francés convirtiera esta región en un santuario.

Interior supone que José Baños Olabarri, Modesto, es uno de los presuntos encargados del aparato de acogida y seguridad y tiene datos para creer que hay ciudadanos franceses que desarrollan un importante papel en este entramado.

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El aparato de mugas [fronteras] está integrado por españoles y franceses bajo la dirección de Luis José Mitxelena, Orlegi, que posiblemente cuenta con la ayuda de Pedro Arizmendi Bereau. Éste supervisaría el paso clandestino de material de ETA.

Iparretarrak

Policías franceses opinan que ETA e Iparretarrak han sellado una alianza para realizar en Francia atentados de respuesta a la mayor ayuda de París al Gobierno de Madrid. Esta colaboración explicaría, según publicó hace dos meses el semanario parisino L'Express, la colocación por Iparreterrak de un coche bomba que el pasado 19 de marzo destruyó la delegación de Hacienda en Bayona.La policía española, en cambio, duda que ETA e Iparretarrak hayan cerrado tal alianza, y argumenta que la dirección "desconfía" de Iparretarrak y cree que su relación con este grupúsculo podría reportarle más inconvenientes que ventajas. Fuentes del Ministerio del Interior reconocen, en cambio, que hay estrechas relaciones entre otras organizaciones, por ejemplo las juveniles, del entorno de ETA e Iparretarrak.

Los dos máximos dirigentes de ETA son Mikel Albizu Iriarte, Antza, jefe del aparato político, e Ignacio de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería, responsable del aparato militar. Además, forman parte del comité ejecutivo, según fuentes de Interior, José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri; Soledad Iparraguirre Guenechea, Anboto; José Luis Mitxelena Berasarte, Orlegi; José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti; Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi; y José Luis Urrusolo Sistiaga, Langile.

En los más recientes estudios de los servicios antiterroristas llama la atención la inclusión de Urrusolo en la cúpula de ETA, mientras que en los últimos meses se desconocía su situación. Tanto que llegó a creerse que había sido purgado, después de haber dirigido años atrás los comandos Madrid y Barcelona.

El aparato político, encargado de elaborar las directrices de la organización, está encabezado por Mikel Albizu, Antza. Expertos antiterroristas creen que Vicente Goikoetxea Barandiarán, Willy, también tiene responsabilidad en estos cometidos.

Todos los servicios antiterroristas coinciden en señalar como jefe del aparato militar, el más directamente responsable de los atentados, a Iñaki de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería. La policía sospecha que este aparato tiene una dirección bicéfala y que José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri comparte esta tarea con Iñaki de Rentería.

Kantauri y Juan Luis Aguirre Lete, Isuntza, están considerados responsables de los comandos ilegales (fichados por la policía) encargados de perpetrar los atentados más sangrientos. En cambio, los comandos legales (no fichados) están dirigidos por Soledad Iparraguirre Guenechea, Anboto, junto con otro individuo al que se conoce como Iparla II.

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