Marcha atrás en la supresión de los funerales de Estado

Los avances en materia de laicidad fueron más tímidos de lo previsto inicialmente. El 37º congreso socialista rechazó ayer, en el último momento, la enmienda de la corriente Izquierda Socialista que abría la puerta a la eliminación de la liturgia religiosa en los funerales de Estado que se celebran cada vez que fallece una personalidad.

Ramón Jáuregui, coordinador de la ponencia, justificó el rechazo de la enmienda porque "la laicidad no tiene constituida una liturgia alternativa". Por lo tanto, curas y obispos, que sí tienen una larga experiencia en este tipo de puestas en escena, seguirán al frente de los funerales de Estado.

La ponencia aprobada, con un único voto en contra de un total de 995, rechaza pedir la revisión de los acuerdos con la Santa Sede, pero sí lanza una advertencia a la Iglesia católica. Recuerda que la Constitución no da mandato para un "eterno mantenimiento de relaciones especiales ni de privilegios" a esta confesión.

Jáuregui insistió en que la promoción de la laicidad mediante la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa se hará "con mesura" y, en la medida de lo posible, "sin provocar divisiones". Los representantes de Izquierda Socialista se mostraron satisfechos por el compromiso, aunque entienden que la reforma se ha quedado a mitad de camino.

Las tímidas reformas se harán, por lo tanto, sin sobresaltos. El aparato del Partido Socialista logró mantener que cualquier cambio se haga de forma progresiva. "Nadie puede esperar que un país cambie de la noche a la mañana", dijo Ramón Jáuregui. Así, el texto aprobado habla de trabajar por la "desaparición progresiva de símbolos y liturgias religiosas [como los crucifijos y la Biblia en las tomas de posesión] en edificios públicos". En su redactado inicial, la ponencia hablaba de "espacios públicos". El cambio se debe a que la dirección del partido no quiso dar la imagen de que se disponía a prohibir manifestaciones religiosas en lugares como calles o plazas.

Pero que nadie espere que las cruces y las imágenes de santos desaparezcan de los edificios públicos de la noche a la mañana. La ponencia lo deja claro: los socialistas no pretenden actuar directamente en este campo "por imperativo legal". Se da por satisfecho "dirigiendo y acompañando" la evolución de la sociedad española en esta materia.

Por otra parte, a instancias de los socialistas madrileños, la resolución incorpora una referencia en el capítulo de la prostitución que, por primera vez, inscribe este asunto en las políticas de igualdad. Según Ángeles Álvarez, dirigente del Partido Socialista de Madrid, el texto inicial hablaba de la explotación y el tráfico de personas y ahora se añade que "la prostitución no es compatible con la idea de igualdad".