Marruecos anuncia que la visita de Zapatero facilitará la solución de la crisis

'Quiero tener la seguridad de que se va a producir' la normalización de la relación entre España y Marruecos, anunció ayer el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al término de una entrevista de 40 minutos, a solas, con el rey Mohamed VI. El líder socialista concluyó ayer su controvertido viaje a Rabat con una conferencia de prensa con el primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi, quien opinó que la visita del líder socialista español 'contribuye a despejar el camino para encontrar una solución' al conflicto diplomático.

Antes de entrevistarse a solas con Mohamed VI, José Luis Rodríguez Zapatero y la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, conversaron con el monarca marroquí durante media hora en presencia del ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, y del embajador español en Rabat, Fernando Arias-Salgado.

Zapatero elogió de entrada el buen castellano que habla Mohamed VI, si bien éste le contestó que llevaba 'varios meses sin hablarlo', probablemente desde que en abril fracasó la negociación pesquera entre la UE y Marruecos. La crisis bilateral se agudizó después, a finales de octubre, cuando el monarca ordenó que su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka, fuese llamado a consultas.

El líder socialista quedó ayer convencido de que Marruecos va por buen camino y prometió a sus interlocutores 'explicar en España de manera clara y continua cuál es el proyecto de modernización que encarna la actual monarquía en Marruecos'. 'Hay que trabajar también para recuperar la confianza desde el respeto mutuo', agregó. El retorno del embajador marroquí es una 'cuestión que compete a ambos gobiernos', precisó.

Además de solicitar que el embajador Baraka, o su sustituto, regrese cuanto antes a Madrid, el secretario general del PSOE transmitió a sus interlocutores que sería 'positiva la existencia de un acuerdo de pesca. No se trata de un acuerdo general', matizó, 'sino de crear las condiciones para la cooperación' en ese sector. Se refería, según dio a entender después, a la flota artesanal andaluza, que no puede encontrar caladeros alternativos al marroquí.

La inmigración marroquí hacia España fue el asunto al que más tiempo dedicaron Mohamed VI y Zapatero. Éste relató que encontró al Rey 'sensibilizado' sobre ese problema y que Mohamed VI mostró 'su firme deseo de contribuir, en lo que le afecta, a que la emigración sea regular y ordenada', aunque también solicitó a Europa 'más medios para garantizar el control de la emigración y que esta sea ordenada'. Una solicitud que apoya el PSOE.

El líder del PSOE logró, según su versión, una gran 'comprensión y tranquilidad' cuando explicó su postura sobre el contencioso del Sáhara Occiental. 'El PSOE', recalcó, 'quiere que se dé una oportunidad y se respalde la iniciativa de la ONU para buscar un acuerdo de todas las partes'. Zapatero aludía así al plan del ex secretario de Estado norteamericano James Baker, que propone conceder una autonomía al territorio saharaui dentro de Marruecos y que, por ahora, rechazan Argelia y el Frente Polisario, que exigen un referéndum de autodeterminación.

Yussufi intentó echar un capote a su correligionario español defendiéndole de las críticas que el PP ha realizado a su visita a Rabat. Yussufi señaló que Zapatero pospuso su viaje al ser llamado a consultas el embajador marroquí. 'Saludamos la postura valiente y responsable del camarada Zapatero a pesar de los ataques injustos de que ha sido objeto', recalcó.

Desde que estalló la crisis con España, el primer ministro marroquí, a diferencia de otros miembros de su Gobierno, no se había pronunciado al respecto. Ayer se explayó: 'No queremos entrometernos en el debate interno, pero sí queremos decir que le damos la bienvenida', y que su estancia en Rabat 'abre horizontes prometedores con relación al futuro'. 'El objetivo de esta visita es contribuir a despejar el camino para encontrar una solución', aclaró.

Yussufi quiso concluir la rueda de prensa sin dar la palabra, para que preguntara, a Alí Lmrabet, director de la revista marroquí Demain, que el primer ministro cerró en diciembre de 2000 y que la Justicia marroquí acaba de secuestrar por el supuesto impago de una multa, que fue abonada el 7 de diciembre. Lmrabet se levantó cuando Yussufi daba por terminada la rueda de prensa y lamentó, en castellano, que el jefe del Gobierno intentase censurar su intervención. Zapatero instó a su anfitrión a que le dejase hablar. Entonces, el periodista se dirigió al secretario general del PSOE y le preguntó si le parecía democrático que un dirigente socialista marroquí prohíba publicaciones como la suya y permitiese que esté sometido a acoso policial.

Zapatero le respondió que no tenía 'interés en polemizar con un ciudadano marroquí' pero que 'las puertas del PSOE estarán siempre abiertas para escuchar' sus quejas u otras. 'Bono no es sólo un fenómeno marroquí', contestó Yussufi, en castellano, refiriéndose a las críticas del presidente de Castilla-La Mancha sobre la falta de libertades en Marruecos.