Máxima alerta de embajadas y consulados de España en el Magreb

Las embajadas y consulados de España en el Magreb así como las sedes de algunas empresas españolas en el norte de África están en máxima alerta desde el martes por la noche. Embajadores y cónsules recibieron entonces una llamada del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid advirtiéndoles de un serio riesgo de atentado contra intereses españoles, según señalan fuentes diplomáticas en varias capitales norteafricanas.

La amenaza, detectada a través del rastreo de correos electrónicos y páginas webs, emanaba de un desconocido Movimiento de Liberación de Al Andalous, como llaman los árabes a la época de esplendor de la dominación musulmana en buena parte de España. El atentado planeado podía producirse en un plazo corto, entre dos y cuatro días.

"La Embajada de España nos pidió [el martes por la noche] que reforzásemos en todo el país la protección de los edificios españoles porque existía una amenaza y lo hicimos enseguida", reconoció un portavoz del Ministerio de Interior en Rabat. Marruecos está en alerta, por temor a acciones terroristas, desde el mes pasado. Un kamikaze se inmoló el 11 de marzo en un cibercafé de Casablanca causando cuatro heridos.

En consecuencia la policía marroquí incrementó, por ejemplo, ayer por la mañana su presencia alrededor de la cancillería y de la residencia del embajador de España en Marruecos, Luís Planas. En el interior del recinto los policías españoles eran también más numerosos.

"Hoy, por primera vez, no he podido aparcar mi coche en la embajada", se quejaba un contratado español de la Embajada cuyo automóvil carece de matrícula diplomática. "He tenido que dejarle en la calle y bastante lejos", añadía. Los vehículos con matrícula diplomática, que sí accedían al recinto, debían previamente abrir el maletero y sus bajos eran inspeccionados con un espejo. Algunas grandes empresas españolas también tomaron ayer medidas adicionales de seguridad.

Además de Marruecos la amenaza concierne también a los intereses españoles en Argelia y, en menor medida, Túnez y Jordania. "En Argel hemos revisado esta mañana [miércoles] las medidas de seguridad y, como ya vivimos parapetados, no hemos cambiado gran cosa", comenta un funcionario adscrito a la Embajada de España.

El recrudecimiento de la violencia islamista en Argelia incitó, hace tres meses, a la Embajada de España a volver a utilizar los coches blindados para sus desplazamientos. La decisión fue tomada en diciembre después de que el Grupos Salafista de Predicación y Combate, ahora rebautizado Al Qaeda del Magreb Islámico, lograse penetrar de nuevo en la capital para atacar un autobús que transportaba a técnicos de una filial de la empresa norteamericana Halliburton.

Desde el 11-S Ayman al Zawahiri, el lugarteniente de Osama Bin Laden, ha mencionado en sus vídeos la necesidad de liberar Al Andalus y, a finales del año pasado, añadió en su lista a Ceuta y Melilla cuya situación comparó con la de Chechenia bajo dominación rusa. A principios de la semana pasada un portavoz de Al Qaeda advirtió a España, a través del canal en Internet La Voz del Califato, del riesgo que corría al mantener tropas en Afganistán.

Abdalá Rami, profesor de la Universidad Hassan II de Casablanca y experto en movimientos radicales islamistas, duda, en conversación con este periódico, de que exista realmente un Movimiento de Liberación de Al Andalus. "Sospecho de que es más bien el apelativo con el que Al Qaeda del Magreb revindicaría un ataque contra intereses españoles", afirma.