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Miguel Sanz, reelegido presidente de Navarra por mayoría simple

El candidato de UPN afronta su cuarto mandato en minoría y bajo la sombra de una moción de censura

El candidato de UPN, Miguel Sanz, ha sido elegido esta tarde por cuarta vez presidente de Navarra en la segunda votación de su proceso de investidura, en la que ha obtenido la mayoría simple necesaria al votar en blanco once parlamentarios del PSN y abstenerse otro de ellos. Sanz afronta su cuarto mandato con un Gobierno en minoría sobre el que pende la sombra de una moción de censura o de un eventual adelanto electoral.

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Además de los votos en blanco y la abstención de los socialistas, cuya postura fue decidida por el PSOE tras rechazar el pacto de gobierno que alcanzaron PSN, NaBai e IU, Miguel Sanz ha contado con 24 votos a favor (UPN y CDN) y 14 en contra (Nafarroa Bai e IU).

Con esta segunda votación finaliza un proceso de investidura que se inició el pasado jueves con el discurso de Miguel Sanz y continuó ayer con las réplicas de los portavoces de los grupos parlamentarios y con la primera votación, en la que era necesaria una mayoría absoluta que no obtuvo.

"Ha imperado el sentido común"

Después de ser elegido, Sanz ha aludido al largo proceso que tras las elecciones del 27 de mayo ha concluido hoy con su elección y ha valorado que "bien está lo que bien acaba y creo que ha acabado bien para Navarra" porque "ha imperado el sentido común" y ahora "se abre un nuevo periodo de esperanza que yo procuraré que también sea un periodo de convivencia". El político ha asegurado en ese sentido que trabajará "por que los grupos políticos al final sean capaces de ponerse de acuerdo en aquellas cuestiones que verdaderamente interesan a los ciudadanos y, sin perjuicio de que soy consciente de que la oposición tiene que hacer política de oposición, también entiendo la política como una herramienta capaz de alcanzar acuerdos para promover el interés general y el bienestar de los ciudadanos ".

Miguel Sanz va a gobernar en minoría, por lo que deberá afrontar la posibilidad de ser objeto de una moción de censura o la de optar a un anticipo electoral si Navarra es "ingobernable", como anticipó en su discurso. Sanz, no obstante, está acostumbrado a gobernar en minoría, con el apoyo implícito o explícito de Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), pero en esta legislatura, por primera vez, las fuerzas de la oposición suman más votos (26), de ahí la fragilidad del Ejecutivo.

Tras conocerse los resultados electorales, Nafarroa-Bai (12 escaños), el PSN (12) e IU (2) comenzaron a negociar un Gobierno de progreso, que no llegó a materializarse debido a la orden de la ejecutiva federal socialista de suspender las negociaciones y abstenerse en la investidura de Sanz. Esta actitud del PSOE no ha sido bien entendida por una parte del PSN, y a la dimisión del candidato, Fernando Puras, le ha seguido la de la cúpula de las Juventudes Socialistas, así como protestas y manifestaciones de otros cargos municipales en la comunidad.

Los socialistas de Navarra entendían que la sociedad había votado por un cambio, especialmente por los ataques sufridos desde el inicio del proceso de paz con ETA, ya que tanto el PP como UPN temían que Navarra fuera objeto de algún tipo de negociación. Los desencuentros se hicieron visibles en la manifestación del pasado 17 de marzo en Pamplona, a la que acudieron los principales líderes del PP y UPN, bajo el lema Fuero y libertad. Navarra no es negociable, en tanto que desde las filas socialistas se insistía en que mentían los que afirmaban que Navarra formaba parte de la negociación.

Alejamiento del discurso del PP

Sobre esta cuestión giró la mayor parte de la campaña electoral en la comunidad foral, aunque, una vez vistos los resultados y con el fin de la tregua de ETA, el asunto se fue diluyendo, hasta el punto de que Sanz ofreció entrar a los socialistas en el Gobierno y Puras llegó a proponer un Ejecutivo "de convivencia", en el que entrasen todos, también independientes.

En la sesión de investidura de Sanz ha podido apreciarse un alejamiento del discurso del PP en materia antiterrorista, así como una invitación al PSN a entrar en el Gobierno, lo que fue rechazado por su portavoz, Roberto Jiménez, quien advirtió de que la postura de su grupo de permitir gobernar a Sanz no supone un "cheque en blanco" para la legislatura. Ello, junto con la afirmación de los portavoces de NaBai e IU de que no cejarán para constituir un Ejecutivo de progreso en la comunidad y la posibilidad de un adelanto electoral si UPN no logra gobernar con comodidad, hacen de esta legislatura una de las más frágiles de los últimos años.

Decenas de personas protestan ante Parlamento foral contra el PSN

Más de un centenar de personas han protestado esta tarde ante la Cámara foral contra los parlamentarios de UPN, CDN y PSN por facilitar la investidura del regionalista Miguel Sanz como presidente del Gobierno de Navarra. Una hora antes de la fijada para el inicio del pleno, medio centenar de personas se habían concentrado en el Paseo de Sarasate, entre la sede del PSN y la del Parlamento de Navarra para esperar la entrada de los parlamentarios que a las 17.00 horas habían sido citados para la segunda votación de la investidura. A su llegada, este grupo, que se fue engrosando hasta sumar más de un centenar de personas, se mostró especialmente crítico con los diputados del PSN, si bien también silbaron y lanzaron duras frases contra los miembros de la coalición de Gobierno, una actitud que se repitió finalizada la sesión, media hora más tarde.

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