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Miles de guardias civiles marchan en Madrid para pedir mejoras laborales

Representantes de la policía y el Ejército acuden para apoyar sus reivindicaciones

Patricia R. Blanco

Los guardias civiles acudieron ayer por primera vez en democracia a una manifestación convocada en Madrid por sus propias organizaciones, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO), en lo que fue calificado como "un día histórico". Hasta ahora, habían participado en cuatro actos de protesta: dos concentraciones en 2005 y 2007, con miles de asistentes esta última; una manifestación del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) en 2008, y una movilización de unos 60 dirigentes de las asociaciones de guardias civiles el pasado 7 de septiembre.

Quienes acudieron a la marcha de ayer -unos 20.000 asistentes, entre agentes y familiares, según los organizadores, aunque no hay cifras oficiales-, no podían ocultar la "felicidad de ver cumplida una ilusión". "A partir de hoy los guardias civiles podemos manifestarnos y expresarnos libremente", clamó emocionado Alberto Moya, presidente de la AUGC

Los agentes exigen la equiparación con el Cuerpo Nacional de Policía
Participaron en la protesta los máximos dirigentes de IU, UGT y CC OO

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) les dio el pasado jueves la razón, y guardias civiles llegados de toda España pudieron reclamar ayer la equiparación laboral con el Cuerpo Nacional de Policía bajo el lema ¡Basta de abusos con los guardias civiles! ¡Condiciones laborales y profesionales dignas! Según el TSJM, la manifestación era de carácter "profesional-laboral", un argumento que tumbó la prohibición de Interior, que había vetado la marcha por su "objetivo inequívocamente sindical", un derecho del que carecen los agentes.

Y ayer los asistentes, que marcharon al grito de "Rubalcaba, dimisión", se cuidaron mucho de no mostrar su condición de guardia civil. Salvo algún que otro disfraz y algunos tricornios de plástico, los manifestantes acudieron de paisano y únicamente exhibieron su pertenencia a las asociaciones, derecho que sí les reconoce la ley. "Ya no tenemos miedo, reivindicamos nuestro derecho a reivindicar", exclamó Moya, uno de los dos portavoces expedientados la semana pasada con falta muy grave -el otro fue Francisco García, de la UO- al asegurar que el Gobierno les trataba como a ETA.

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"No pedimos privilegios, sino que se cumpla y se haga cumplir la ley

[de Derechos y Deberes de la Guardia Civil]", exclamó un portavoz de la Asociación Española del instituto armado, en alusión a las palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que había pedido a los agentes que pusieran fin a la huelga de bolis caídos. La protesta, que ha provocado una fuerte caída de multas, todavía continúa y hubo quien llamó a que "esa huelga que dicen que existe" se prolongue "indefinidamente" hasta lograr una "jornada laboral digna".

Precisamente, la semana pasada, el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, firmó la nueva normativa que regula la jornada laboral de los guardias civiles, que les concede, entre otras mejoras, 14 días libres más al año. "Todavía estamos en la cola, muy lejos de los policías", dijo ayer el dirigente de la UO, Francisco García, y desató la euforia de los miles de manifestantes, que negaron así las palabras de Velázquez al presentar la normativa: "Creo que las asociaciones la aceptarán positivamente". No obstante, Interior reiteró ayer, a través de un comunicado, "su voluntad para seguir mejorando las condiciones laborales" de los miembros del instituto armado.

Los guardias civiles recibieron el apoyo de representantes de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El Sindicato Unificado de la Policía, las asociaciones de la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra y el Ejército e incluso representantes de Eurocorp acudieron a la marcha, junto a otras asociaciones como Movimiento contra la Intolerancia, para hacer suyas las "legítimas reivindicaciones" de los guardias civiles, que "se sienten ciudadanos y reclaman que se les reconozca sus derechos como tales".

Algunos de los participantes fueron aclamados, como José Morata y Florencio Garrido, dos pioneros del movimiento asociativo de la Guardia Civil "perseguidos por defender los derechos de los agentes". Otros, como los dirigentes de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, fueron duramente abucheados. La incorporación de Toxo a la cabecera de la manifestación, pocos metros antes de llegar a la tribuna de oradores, desató el momento de mayor tensión.

Toxo y Méndez no participaron, en contra de lo que estaba previsto, en el turno de intervenciones, abierto con la lectura de una carta de José Antonio Ortega Lara. El funcionario de prisiones secuestrado por ETA y liberado por la Guardia Civil criticó al Gobierno por "coartar" los derechos de los agentes.

Quienes sí intervinieron fueron un aclamado Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida, y el coordinador general del partido, Cayo Lara. Abucheado en su llegada a la tribuna, Lara aseguró que asistía por "convicciones propias y en defensa de los derechos de los trabajadores", y logró arrancar los aplausos de los asistentes, a quienes dijo conocee bien porque haber corrido "delante de muchos" de ellos.

La actuación, de Luis Pastor, un cantautor de protesta política y social de los años setenta, cerró el acto como símbolo de una Guardia Civil que quiere pertenecer al "siglo XXI".

Los líderes de las asociaciones de guardias civiles, junto a Cayo Lara (segundo por la derecha), a la cabeza de la manifestación.
Los líderes de las asociaciones de guardias civiles, junto a Cayo Lara (segundo por la derecha), a la cabeza de la manifestación.ULY MARTÍN

Reivindicaciones

- Equiparación laboral con la policía. Con la nueva normativa aprobada la semana pasada, los guardias civiles -el Cuerpo cuenta con 84.438 agentes- trabajan "13 horas semanales más que la policía" por unos 200 euros menos, aseguran fuentes de la AUGC.

- Reforma de la Ley de Personal. Buscan la integración de escalas para evitar que los agentes de promoción interna tengan menos oportunidades de acceder a puestos de mando que los que proceden de la Academia Militar de Zaragoza.

- Prevención de riesgos laborales. "Para impedir que nuestros compañeros mueran de forma innecesaria", reclamó ayer un portavoz de la AUGC.

- Aplicación de la Ley de Derechos y Deberes de la Guardia Civil, aprobada hace tres años y que les reconoce derechos adicionales aún no aplicados.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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