La Moncloa desvincula Vistalegre de la sucesión
Fue el propio José Luis Rodríguez Zapatero quien defendió ante los representantes del comité electoral del PSOE la inviabilidad del anunciado mitin en Vistalegre, por ser incompatible con la estrategia de campaña para las elecciones del 22 de mayo.
Se trata de una campaña basada en la gestión territorial, municipal y autonómica, en contraposición con la del PP, que quiere elevar el tiro al ámbito nacional, centrándose en la crisis económica y en los ataques al presidente del Gobierno.
Pero ni Zapatero ni el comité electoral calcularon las especulaciones que la decisión de anular el acto iban a desatar sobre el debate acerca de la sucesión al frente del partido.
La Moncloa no solo desvinculó ayer esta decisión del hecho de que Zapatero vaya o no a presentarse a un tercer mandato como candidato del PSOE en las elecciones generales de 2012. Lo cierto es que lleva mal que cada movimiento dentro del partido -ayer tuvo lugar la segunda reunión en muy poco tiempo entre Zapatero y el presidente del Congreso, José Bono, lo que también fue motivo de especulación- se lea en clave sucesoria.
No ha sido suficiente para parar las especulaciones el hecho de que el comité electoral asegurara que Zapatero estará presente en todas las citas electorales de ámbito territorial que le permita su agenda como presidente de Gobierno.
El líder socialista sigue sin desvelar sus intenciones ni sus plazos, pese a que soporta presiones para que los haga públicos antes de las elecciones de mayo o, con la misma intensidad o aún superior, poco después de esa fecha.
En su entorno más próximo se apunta a que no lo hará hasta después de la cita con las urnas, con el argumento de que resulta prematuro e inconveniente abrir el debate en periodo preelectoral, y de que para ese debate es conveniente disponer del mapa de poder territorial socialista ya actualizado.
