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Moratinos pide confianza en Venezuela a los empresarios

Miguel González

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió ayer confianza a los empresarios españoles "en el presente y futuro de Venezuela", cuya relación con España calificó de "apuesta estratégica". Les hacía falta una buena dosis de confianza tras haber escuchado al canciller venezolano, Nicolás Maduro, asegurar que su país "está en el epicentro de un proceso revolucionario".

Entre la incomodidad por la retórica populista y el interés por hacer negocio, la relación de España con Venezuela es, como mínimo, paradójica. En el foro empresarial que inauguró ayer Moratinos en un lujoso hotel de Caracas, primer acto de su visita de dos días y medio a Venezuela, no había empresarios, al menos venezolanos, enfrentados abiertamente a su Gobierno. Los asistentes eran directivos de empresas españolas llegados con el ministro o con sucursal en el país, y funcionarios bolivarianos.

A los primeros intentó convencerles el ministro de Economía y Finanzas "del Poder Popular", Alí Rodríguez Araque, de que los problemas padecidos para repatriar divisas son pasajeros, debido a la caída del crudo, y se resolverán en breve. Con un régimen que proclama el "socialismo del siglo XXI" y va extendiendo sus tentáculos por todos los sectores de la economía, las buenas relaciones políticas, que la diplomacia española quiere cultivar con este viaje, son una condición indispensable para obtener beneficios. Prueba de ello es el final feliz del proceso de nacionalización del Banco de Venezuela, propiedad del Santander, del que Moratinos y Araque se felicitaron.

Planta eléctrica

Durante la visita está previsto que se firmen varios importantes contratos, entre ellos la construcción de una planta generadora de electricidad de ciclo combinado por parte de Iberdrola Ingeniería y Construcción, valorada en 2.000 millones de dólares, y la venta de cinco buques científicos de Factorías Vulcano, por valor de 700 millones.

Pero los acuerdos que más expectación despiertan son los de Repsol-YPF, a cuyo presidente, Antoni Brufau, se esperaba ayer tarde en Caracas. La petrolera, que ya extrae 160.000 barriles diarios, tiene previsto firmar acuerdos para reestructurar su relación con la estatal Pedevesa y abrir el camino para una explotación próxima al Orinoco.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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