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Moratinos presiona en Burkina Faso para resolver el secuestro

Hay que redoblar los esfuerzos para que el secuestro de los dos voluntarios de la ONG catalana Barcelona Acció Solidària no sea el más largo de cuantos ha perpetrado Al Qaeda en el Sahel. Ese fue, en sustancia, el mensaje que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, trasladó ayer al presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré.

El jefe de Estado burkinés recibió a Moratinos al margen de la cumbre ministerial entre la Unión Europea y los países de África, del Caribe y del Pacífico, que concluyó ayer en Uagadugú, según señaló en un comunicado la presidencia de Burkina Faso.

La conversación entre Moratinos y Compaoré estuvo sobre todo dedicada a cómo desatascar el secuestro de Roque Pascual y Albert Vilalta, que dura ya casi siete meses.

Un consejero mauritano del presidente Blaise jugó un papel clave en la liberación, en marzo, de Alicia Gámez, que fue apresada en Mauritania, junto con los dos voluntarios varones, y trasladada por Al Qaeda al norte de Malí.

El consejero, que no asistió a la audiencia de ayer por encontrarse de viaje en Marruecos, no ha tenido, sin embargo, éxito en sus gestiones posteriores para liberar a Pascual y Vilalta.

Mokhtar Belmokhtar, el jefe argelino de la cuadrilla en cuyo poder están ambos, exige desde mayo la excarcelación del presunto terrorista mauritano Tagui Ould Youssef. Moratinos se la pidió, el 6 de junio en Nuakchot, al presidente de Mauritania, general Mohamed Ould Abdelaziz, pero éste la rechazó.

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