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Mueren tres subsaharianos al naufragar la balsa neumática con la que intentaban llegar a Ceuta

Tres subsaharianos, dos hombres y una mujer, perdieron ayer la vida al naufragar cerca de la costa de Ceuta la balsa neumática con la que trataban de alcanzarla. Otras dos mujeres fueron rescatadas, con hipotermia por la baja temperatura del agua, y están hospitalizadas. En principio, se cree que el viento volcó la embarcación y que el roce con las rocas la desinfló. Desde 1996 hasta el 31 de agosto de 1999, según el Ministerio del Interior, al menos 266 personas han muerto o desaparecido en aguas del Estrecho intentando llegar clandestinamente a territorio español.

La tragedia ocurrió al amanecer en la zona conocida como Las Tres Piedras, en la bahía de Benzú, limítrofe con Marruecos. Poco antes de las siete y media de la mañana, la patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil localizó a apenas un centenar de metros de la orilla los restos de una balsa a la deriva. Aferradas a ellos, dos subsaharianas se mantenían a duras penas a flote mientras lloraban y gritaban pidiendo auxilio tras haber visto con desesperación cómo se ahogaban sus tres compañeros de viaje.Los agentes del Instituto Armado procedieron de inmediato a su rescate. Poco después encontraron los cadáveres de la mujer y los dos hombres que habían intentado alcanzar junto a ellas el territorio español. Todos ellos, de unos 30 años de edad, llevaban puesto un chaleco salvavidas. Los forenses del juzgado ceutí les efectuarán hoy la autopsia para confirmar la causa de sus muertes, es decir su ahogamiento.

Las supervivientes, que dijeron ser de Mali y Nigeria, fueron trasladadas en una ambulancia hasta el hospital del Insalud con síntomas de hipotermia debido a la baja temperatura del agua y, aunque sus vidas no peligran, los médicos que las atienden han recomendado que permanezcan en observación durante 48 horas.

Los miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) rastrearon intensamente el área durante toda la mañana, pero no encontraron ningún cuerpo más. En realidad, la pequeña balsa neumática que había zozobrado a causa, según se supone, del fuerte viento no admitía más viajeros.

Las fuerzas policiales suponen que los cinco subsaharianos se echaron al mar con su embarcación desde una de las calas marroquíes próximas a Ceuta con la esperanza de llegar a su costa y esperar en el recién abierto Centro de Inmigrantes su paso a la Península.

La impermeabilización de la línea fronteriza terrestre ha disminuido de manera considerable las posibilidades de los inmigrantes clandestinos de adentrarse en suelo español sin ser detectados por los agentes que la custodian. De ahí, la proliferación en los últimos meses de los intentos de alcanzar con este tipo de balsas las playas ceutíes, muy abruptas y rocosas.

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La Asociación Pro Derechos Humanos ha convocado para el próximo viernes concentraciones en distintos puntos de Andalucía para expresar su dolor ante estas nuevas muertes, coincidentes, según recalca en un comunicado, con el inicio del periodo extraordinario para la regularización de inmigrantes. "Podríamos responsabilizar [de lo sucedido] a las mafias, a la desgracia o tal vez a un golpe de mar, pero la continuidad de esta tragedia que vivimos en el Estrecho debiera hacer pensar al Gobierno y a la Unión Europea", concluye.

Según datos del Ministerio del Interior, al menos 266 personas han muerto o desaparecido bajo las aguas desde 1996 hasta el 31 de agosto de 1999 cuando pretendían alcanzar por mar territorios españoles. En concreto, los cadáveres recuperados han sido 82. Por contra, se ha conseguido rescatar a 403 naúfragos.

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