_
_
_
_
_

Cinco miembros de ETA (p-m) roban mil kilos de "goma-2" en las afueras de Pamplona

Un comando armado de ETA político militar, compuesto por cinco personas que actuaron con la cara tapada, se apoderó en la noche del pasado lunes de 985 kilos de goma-2 en el almacén de la armería Arana, a unos cuatro kilómetros de Pamplona, después de robar una furgoneta en una calle céntrica de la capital navarra y mantener secuestrados al conductor y al vigilante del almacén y su familia durante unas tres horas.

Más información
Un delito frecuente

Los atracadores, tras haber cargado en la furgoneta robada una cantIdad de goma-2 superior a los mil kilos, abandonaron el polvorín, en el que se calcula que podría haber en aquel momento entre cincuenta y cien toneladas de explosivos, ya que es el único que hay en Navarra.Sobre las siete y media de la tarde del lunes comenzó la operación del comando armado, secuestrando una furgoneta Avia, matrícula NA-0330-F, conducida por Pedro Zalba, en el garaje del portal número 3 de la calle de Tafalla, en Pamplona. A esta hora, el conductor de la furgoneta, propiedad de la empresa constructora Zalba, SA, que está edificando una obra junto al almacén de explosivos en la armería Arana, fue interceptado por dos personas armadas con metralletas cuando acababa de aparcar en el garaje de su empresa la furgoneta. Con el conductor atado y amordazado, los secuestradores se dirigieron hasta el almacén de la armería Arana, en la carretera de Pamplona a Tajonar. Allí otras tres personas armadas habían penetrado en la casa del vigilante a través de una ventana, obligando a los cinco miembros de la familia a introducirse en una habitación.

Una vez que los dos atracadores y el conductor de la furgoneta entraron en el domicilio del vigilante, que se encuentra dentro de una finca rodeada de una tapia de unos dos metros de altura, en la que está el almacén de explosivos, el comando armado conminó al guarda para que les entregara la llave del polvorín. Como quiera que el vigilante no tenía las llaves, después de varios minutos de discusión el comando optó por derribar la puerta del almacén utilizando un pico.

Con la puerta abierta y sin ninguna otra dificultad, los miembros del comando armado comenzaron a cargar cartuchos de goma-2 en la furgoneta de Construcciones Zalba, hasta un total que sobrepasaba los 900 kilos. Una vez realizada la operación, se apoderaron de los carnets de identidad de los seis ocupantes de la casa. Cuando daban por finalizado el atraco entró en el domicillo del vigllante una hija de éste, que fue obligada por los miembros del comando a entrar en una habitación con el resto de los secuestrados. Allí, uno de los individuos armados indicó que no avisaran a la policía hasta pasadas dos horas, mientras cortaban los hilos del teléfono.

Con la furgoneta cargada, y después de apoderarse de un Citroën 2 CV, propiedad del vigilante del almacén, se dieron a la fuga sobre las diez y media de la noche. Pasadas las doce, los secuestrados salieron de la casa, mientras desde una vivienda cercana Pedro Zalba avisaba asu mujer y el encargado a la policía. Un fuerte contingente de inspectores de policía. Guardia Civil y Policía Nacional se dirigió hasta el almacén de la armería Arana, mientras comenzaba una amplia operación de rastreo y controles policiales en todas las carreteras de acceso a Pamplona. Como resultado de las investigaciones, el 2 CV, matrícula NA-1031-H, aparecía a primeras horas de la madrugada de ayer en una calle de la capital navarra con los documentos de identidad sustraídos, mientras que la furgoneta de Construcciones Zalba. en la que se trasladaron los mil kilos de goma-2, a la hora de redactar esta información todavía no había sido localizada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Según informó a EL PAIS uno de los secuestrados, el comando armado les trató bien y sus integrantes no dieron la impresión de estar nerviosos.

El almacén propiedad de la armería Arana, situado en la carretera de Pamplona a Tajonar, junto a un pequeño polígono industrial, es el único que hay en Navarra dedicado a la venta de explosivos. Los clientes son, fundamentalmente, empresas que trabajan en el aprovechamiento de canteras de piedra. Según informaciones no oficiales facilitadas a EL PAIS, en el momento del robo podría haber almacenados entre 50.000 y 100.000 kilos de explosivos, ya que todos los días se entregan grandes cantidades a los clientes habituales. El almacén está vigilado por dos personas, pero no así el transporte hasta las canteras, según pudo comprobar este corresponsal.

Por otro lado, un trabajador de la empresa Armería Arana, Pedro Esparza Urroz, apareció muerto en la madrugada del pasado 28 de febrero en la calle del Río Urrobi, de Pamplona, en circunstancias todavía no aclaradas y que podrían estar relacionadas con el robo de los explosivos. Pedro Esparza había estado celebrando su despedIda de soltero con sus compañeros y jefe de trabajo en la noche del día 27 de febrero, dirigiéndose a su dornicilio sobre las cuatro de la madrugada. Dos horas después era encontrado muerto por una patrulla de la Policía Nacional, incrustado en los cristales de un escaparate. En el informe del forense se señalaba que Pedro Esparza, que según rumores era militante de Herri Batasuna, murió desangrado a causa de los numerosos cortes de cuchillo que tenía en el cuerpo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_