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EL CESID, ANTE LOS JUECES

El Cesid podía oír todas las llamadas por teléfono móvil en Madrid hasta 1988

Miguel González

El Gabinete de Escuchas del Cesid tenía capacidad hasta 1988 para interceptar todas las llamadas por telefóno móvil en un radio de entre 4,7 y 10 kilómetros desde su sede, ubicada en el kilómetro 8,800 de la carretera de La Coruña, lo que abarca todo el centro de Madrid. Así lo establece un informe pericial realizado por el ingeniero de telecomunicaciones Félix Pérez Martínez para el juzgado número 43 de Madrid, que instruye el sumario por las escuchas del Cesid.

No obstante, tanto este informe como el realizado por otro ingeniero afirma que la captación de llamadas era aleatoria, pues los equipos del Cesid no podían programarse para interceptar un teléfono concreto. El informe de Pérez Martínez afirma que si el Cesid hubiese decidido interceptar las conversaciones de abonados al sistema TMA (telefonía móvil), que se desplazasen a menos de 10 kilómetros de su sede, lo "hubiera conseguido sin dificultad hasta el año 1988, dado el escaso número de usuarios del sistema", aunque ello "hubiese implicado la dedicación casi en exclusiva de los equipos a esta actividad", abandonando, por ejemplo, la captación de comunicaciones por radio.El perito admite, sin embargo, que "los acontecimientos pudieron ocurrir, como sostiene el director del Cesid [Alonso Manglano]: de forma aleatoria y sin intención de grabar a un corresponsal concreto".

"Para ello", explica, "bastaría con que se hubiesen situado los equipos en modo automático explorando una zona del espectro [radioeléctrico], que incluyese un porcentaje significativo de la banda TMA [telefonía móvifl. Dado que en los años en que se realizaron -las escuchas [1984 a 1991] la utilización del servicio de telófonía móvil era muy escasa, la probabilidad de intercepción, aun sin desearla, era muy alta".

El informe explica que en 1984 había en Madrid 479 usuarios de teléfonos móviles, que utilizaban un solo canal; mientras que en 1988 había 3.939 usuarios con siete canales y, en 1990, 10.829 usuarios con 19 canales. El teléfono móvil, patrimonio exclusivo al principio de personas de alto nivel económico, comenzó a popularizarse en esos años.

Los equipos TRC298 A y B de Thomson y ESM500B de Rohde Schwarz que tenía el Cesid, cuyas capacidades analizan los peritos, "son receptores de barrido electrónico que exploran el espectro electromagnético a gran velocidad, siendo capaces de procesar decenas de frecuencias por segundo". Según F.élix Pérez, dichos equipos "pueden seleccionar entre uno y 100 canales radioeléctricos" y un solo operador "puede grabar 10 conversaciones simultáneas''. Sin embargo, lo que no pueden hacer los equipos que tenía el Cesid, es "seleccionar las llamadas correspondientes a un abonado específico"; es decir; interceptar sistemáticamente las conversaciones de un teléfono'" móvil concreto, pues no se sabe a priori por qué canal se realizará la comunicación.

Por eso, el perito contesta con un contundente "sí" a la pregunta formulada por la juez: "Si es aleatorio el hallazgo de conversaciones de personas concretas, con los receptores indicados". En los mismos términos se pronuncia el segundo informe perricial, elaborado por el ingeniero de telecomunicaciones Alfonso Fernández Durán. "Se puede considerar que el hallazgo de conversaciones entre personas concretas es aleatorio", afirma.

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Este ingeniero, aunque lamenta no haber tenido acceso a los equipos, sino sólo a la documentación de los fabricantes dice que con ellos "no se pueden efectuar operaciones de discriminación automática de abonados" (seleccionar un número de teléfono concreto para escuchar lo), ya que el canal por el que se hará la llamada se asigna "instantes antes de que se produzca"

Los ingenieros señalan que los equipos del Cesid sólo podían interceptar comunicaciones entre teléfonos móviles, o entre un teléfono móvil y otro convencional, pero nunca entre teléfonos de la red básica o alámbricos salvo que entre ambos existiese un repetidor de tipo celular, infrecuente en zonas urbanas.

Respecto al área de cobertura de las escuchas, Fernández Durán la estima en un radio de 4,74 kilómetros para el sistema TMA que opera a 900 megaherzios y de 7,93 kilómetros para el que lo hace en 450. Pérez Martínez, por el contrario, la calcula en una "decena de kilómetros", siempre que se utilicen antenas omnidireccionales, pues si se apunta a una estación determinada "se pueden obtener alcances muy superiores (varias decenas de kilórnetros)".

Los peritos coinciden con las declaraciones del jefe del Gabinete de Escuchas, el comandante José Manuel Navarro Benavente, y el ex director general del Cesid Emilio Alonso Manglano.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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