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Obiang suspende su visita a España tras no darle cita el Rey ni Zapatero

El presidente de Guinea planeaba ir a Zaragoza tras sus polémicas elecciones

Miguel González

Teodoro Obiang no es bienvenido en España. O, al menos, así lo ha considerado él. El presidente de Guinea Ecuatorial ha decidido suspender la visita que planeaba efectuar este viernes a Zaragoza después de que resultaran infructuosas sus gestiones para entrevistarse con el Rey o el presidente del Gobierno. Ni uno ni otro se han negado a recibirle.

Sencillamente, no hallaron hueco en sus respectivas agendas. Pero lo cierto es que don Juan Carlos y José Luis Rodríguez Zapatero no estaban entusiasmados con la idea de legitimar, con una fotografía, a un presidente que acaba de ganar unas elecciones a la búlgara, en las que la oposición ha quedado reducida a un solo diputado en un Parlamento de 100 escaños.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación aseguró ayer por la tarde que la visita de Obiang nunca se anunció oficialmente y, por tanto, no puede hablarse de cancelación. Lo cierto es que el viernes se celebra el día de Guinea Ecuatorial en la Exposición Internacional de Zaragoza y desde hacía semanas se sabía que vendría Obiang, hasta el punto de que el pasado día 10 los responsables de relaciones internacionales de los sindicatos CC OO y UGT hicieron pública una carta en la que pedían a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega que retirase la invitación al presidente guineano. Su visita a la capital aragonesa tenía especial significado, pues estudió en la Academia General Militar en los años sesenta.

Viajes anulados

Un portavoz de la Embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid confirmó ayer a EL PAÍS la suspensión de la visita de Obiang, pero no supo aclarar el motivo. Fuentes de la Expo de Zaragoza indicaron que tampoco conocían la razón de su ausencia y sólo se les había comunicado que en su lugar acudirá el primer ministro ecuatoguineano, aunque ni siquiera es seguro. Se da la circunstancia de que el jefe del Gobierno de Malabo es Ignacio Milam Tang, quien hasta el pasado día 8 era embajador de Guinea Ecuatorial en Madrid.

La visita a España no es la primera que debe anular Obiang. Este mismo mes se anunció que no acudirá a la toma de posesión del presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, el 15 de agosto, tras el repudio a su presencia mostrado por organizaciones paraguayas defensoras de derechos humanos.

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El Gobierno de Zapatero fue muy criticado a raíz de la visita oficial que, en noviembre de 2006, hizo Obiang a España. Fuentes gubernamentales justificaron el gesto apelando a las promesas del presidente ecuatoguineano de que impulsaría la democratización de su régimen, aunque los críticos siempre creyeron que el verdadero interés radica en los 500.000 barriles diarios que han convertido a Guinea Ecuatorial en el tercer productor de petróleo del África Subsahariana.

En cualquier caso, las esperanzas se han demostrado vanas, ya que en las elecciones del pasado 4 de mayo Obiang rozó el 100% de los votos y la oposición se quedó con un escaño, la mitad que en las elecciones de 2004, que no fueron modélicas.

El Ministerio español de Exteriores expresó su decepción por el resultado de los comicios, que "no han servido para ampliar el espacio de la democracia", aunque insistió en la ausencia de incidentes graves.

Teodoro Obiang (en primer plano), a su llegada al aeropuerto de Madrid en noviembre de 2006.
Teodoro Obiang (en primer plano), a su llegada al aeropuerto de Madrid en noviembre de 2006.GORKA LEJARCEGI

El Parlamento le cerró las puertas

Si Teodoro Obiang tenía la tentación de dotar a su país de un verdadero Parlamento, debió desecharla en noviembre de 2006, cuando visitó Madrid.

El programa del presidente ecuatoguineano, que llegó al poder en 1979 tras un golpe de Estado contra su tío Francisco Macías y en los últimos años ha convertido las urnas en un trámite para perpetuarse en el poder, incluía una visita al Congreso de los Diputados, como es habitual con los jefes de Estado extranjeros que acuden a Madrid, pero a última hora se canceló.

La Moncloa aseguró que fue el entonces presidente del Congreso, Manuel Marín, quien tomó la decisión, mientras que éste replicó que recibió indicaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores. Lo cierto es que varios partidos minoritarios, como IU, ERC y PNV, habían protestado por la visita de Obiang a la casa de la democracia y se temía que se produjera algún incidente.

Incluso Mariano Rajoy, que se reunió con el autócrata, intentó marcar distancias, alegando el PP que la entrevista se había producido a instancias del Ministerio de Asuntos Exteriores. El departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos lo negó rotundamente.

Antes de abandonar Madrid, Obiang cargó contra los miembros de la oposición ecuatoguineana que viven en España, a los que tachó de "resentidos", y también contra la prensa, de la que dijo que "siempre es irracional".

La visita de 2006 fue la primera de Obiang a España desde 2002, por lo que tardó cuatro años en volver. La cancelación del viaje del próximo viernes augura que ahora también podría producirse un largo paréntesis antes de que el presidente ecuatoguineano vuelva a la antigua metrópoli.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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