Otegi: "No planteamos que haya que hacer concesiones políticas a ETA"

Arnaldo Otegi demuestra cada día que todas las ocasiones son buenas para lanzar su mensaje, incluso cuando le están juzgando. Ayer, como no podía ser menos, en el juicio que se celebra contra él y los dirigentes abertzales, llegó a decir: "Nosotros no planteamos que haya que hacer ninguna concesión política a ETA".

La frase fue pronunciada a preguntas de su abogada Jone Goirizelaia -el ex portavoz de Batasuna no quiso contestar ni a la fiscal ni al abogado del Foro Ermua-, quien le había planteado si en el mitin de Anoeta, el acto político celebrado el 14 de noviembre de 2004 y que es el objeto del proceso, se dijo que el reconocimiento del derecho de autodeterminación era la contrapartida para acabar con el terrorismo. La respuesta se refería a 2004, pero Otegi la hizo actual. Su respuesta, un mensaje de calado, fue la siguiente: "En relación con la situación actual, quiero poner en claro que nosotros no planteamos que haya que hacer ninguna concesión política a ETA".

El magistrado evitó a toda costa que el portavoz 'abertzale' expresase su ideario

Puede parecer fácil lo de colocar el mensaje, pero el presidente del tribunal, Fernando García de Nicolás, interrumpió hasta en cinco ocasiones el interrogatorio para impedir que Otegi expusiera su ideología o tratase de hacer política con sus respuestas perfectamente medidas. Así, su letrada le preguntó si el Partido Socialista estaba informado previamente de que se iba a celebrar el mitin de Anoeta. Antes de que al presidente le diera tiempo de declarar la pregunta impertinente, Otegi respondió que sí, que estaba informado, y al magistrado no le quedó otro remedio que recordar que ya había dicho que la pregunta no era procedente y que ni la respuesta ni la pregunta tendrían eficacia jurídica. Lo que ocurre es que todos los periodistas ya lo habían oído.

No deja de ser curioso ese intento de implicar al PSE en el conocimiento del mitin, puesto que ni ese ni ningún otro partido pueden conceder bulas para la celebración de actos ilegales, y la defensa lo sabe de sobra.

Tanto Otegi como Permach y Álvarez se enfrentan a una petición del fiscal de año y medio de prisión y 12 de inhabilitación, que se eleva a dos años en la acusación popular del Foro Ermua. La defensa considera que no existe delito y reclama la absolución.

Otegi dijo que no recibía órdenes de ETA y que en el acto no se pretendía homenajear a la banda. Era un acto político en el que la izquierda abertzale hacía una propuesta para solucionar el conflicto político en Euskadi, la búsqueda de un escenario de paz.

Preguntado por los detalles de organización, los vídeos que se proyectaron y las pancartas que se exhibieron, que forman parte de la acusación de enaltecimiento, Otegi dijo que no tenía ni idea. Explicó que no se quería comparar con el presidente del Gobierno o el líder de la oposición, pero de hecho lo hizo, ya que señaló que ellos tampoco se encargan de esos detalles menores. "Cuando el presidente o el líder de la oposición tienen que dar un mensaje no se preocupan del contrato del alquiler del local o de las actuaciones", puntualizó. "Yo estaba absorto sobre mi intervención y al margen del resto", dijo Otegi. "Me tocaba explicar la propuesta que hacía la izquierda independentista de solución pacífica del conflicto. Bastante tenía con salir al estrado ante 16.000 personas". Por eso, agregó, toda su atención desde hacía varios días estaba dedicada a su intervención, "como hacen otros líderes políticos".

Al no contestar a las acusaciones, Otegi no tuvo que responder por qué inició su intervención diciendo que era "un acto ilegal, de una formación ilegal y con un portavoz ilegal". Batasuna había sido ilegalizada en 2003 y sus dirigentes tenían prohibidas las actividades políticas, pero Otegi y sus dos compañeros eran en aquel momento parlamentarios del grupo Sozialista Abertzaleak, y representaban a la izquierda abertzale.

En el acto se proyectó un vídeo con fotos de miembros de ETA, pero Otegi y los otros acusados señalaron que era un homenaje a sus cargos institucionales, como Santiago Brouard o Josu Muguruza, que habían "muerto por la violencia del Estado". El ex portavoz de Batasuna aseguró que sus cargos destacaban por su "honradez revolucionaria", ya que ninguno ha sido acusado de haberse llevado dinero público, cosa que otros partidos en el ámbito del Estado no pueden decir lo mismo.

El juicio concluye hoy.