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Alguien votó por el diputado socialista Pérez Ferré en el pleno del escándalo

Las primeras investigaciones realizadas por la Secretaría General del Congreso de los Diputados indican que el parlamentario socialista por Alicante Alberto Pérez Ferré no estuvo presente el jueves por la mañana en las votaciones de la Ley de Medidas Urgentes de Fomento del Empleo. Sin embargo, su voto está registrado en el sistema electrónico de la Cámara, por lo que, presumiblemente, alguien accionó indebidamente el sistema de voto de su escaño.

Para añadir más confusión al incidente vivido el jueves, la Secretaría General ha comprobado un nuevo error: el recuento nominal de diputados, que se hizo tras la interrupción del pleno durante una hora y 45 minutos, también es erróneo. El presidente en funciones, José Beviá proclamó que había 310 diputados presentes, pero, tras un recuento de las actas y con la ayuda de los vídeos, ayer se llegó a la conclusión de que los presentes en el hemiciclo eran sólo 307.La rapidez con que los secretarios de la Cámara leyeron la lista de diputados y las dificultades de audición del simple sí que pronunciaban los presentes provocó el error, según las mismas fuentes parlamentarias, próximas a la Secretaría General.

El escándalo vivido en el Congreso entre las doce del mediodía y las tres de la tarde del jueves concluyó con un acuerdo de la Mesa y de la Junta de Portavoces en el que se pidió a los servicios jurídicos de las Cámaras que abriesen una investigación.

Un equipo de la Secretaría General del Congreso, con su titular, Ignacio Astarloa, al frente, inició ayer por la mañana esta tarea. Aunque no se hicieron públicas las conclusiones, que serán comunicadas el martes a la Mesa del Congreso, fuentes de la propia Cámara informaron que de los seis diputados ausentes -tres del PSOE y tres del PP- entre la penúltima y la última de las votaciones de enmiendas del Grupo Popular que provocaron el incidente, cinco se encontraban en el hemiciclo, pero no votaron por razones que se desconocen. Sólo uno, el socialista Pérez Ferré, no aparece en su escaño en las grabaciones filmadas, y vota todas las enmiendas de los distintos grupos hasta la penúltima, antes de originarse el tumulto.

La penúltima votación arroja 308 votantes, y en ella aparece registrado el nombre de Pérez Ferré. La siguiente dio 302 votantes, y en ésa ya no figura el diputado alicantino como votante.

Las mismas fuentes aseguraron que, tras los rastreos llevados a cabo ayer por la mañana, puede afirmarse que los otros cinco diputados, los socialistas Carlos Navarrete y María Dolores Sánchez, y los populares Eduardo Rodríguez Espinosa, Belén María do Campo Piñeiro y Valentín Bravo, sí estaban en el hemiciclo, aunque no votaron.

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Balletbó, sentada en su escaño

Afirman también que en las grabaciones del circuito de televisión del Congreso no pueden observarse entradas o salidas de diputados durante las votaciones y aseguran que la diputada socialista Ana Balletbó, que fue objeto de acusaciones verbales, al corear su apellido desde los escaños del PP, en el sentido de que se había incorporado tarde, permaneció sentada en su escaño durante las votaciones.

Luego se convirtió en protagonista hasta tener que ser llamada al orden por el presidente de la Cámara, tras gritar incesantemente desde su escaño y palmear al portavoz del PP, Rodrigo Rato, increpándole por la actitud de su grupo.

También ayer, la portavoz adjunta del Grupo Popular, Loyola de Palacio, invitó a un grupo de informadores a contemplar un vídeo del pleno del jueves. Aunque De Palacio no quiso hacer declaraciones formales, en la charla con los periodistas se apuntaba que los escaños socialistas de Pérez Ferré y de su compañera María Teresa Sempere, también de Alicante, estaban vacíos, y sus nombres estaban registrados como votantes.

Sin embargo, las indagaciones de la Secretaría General dan como segura la presencia de la diputada Sempere en todas las votaciones, aunque la imagen mostrada por De Palacio ofrezca algunas dificultades para pronunciarse con rotundidad.

Las conclusiones de la Secretaría General serán enviadas el próximo martes a la Mesa, que tomará alguna decisión en el sentido acordado el jueves: imponer posibles medidas disciplinarias si se observan irregularidades, y optar por la anulación de votos irregulares o por la repetición de las votaciones.

Si la Mesa llega a la conclusión de que sólo existe un voto irregular, puede presumirse que se mantendrá el resultado de la votación, ya que la más apretada arrojó una diferencia de dos votos en contra de las enmiendas derrotadas.

El líder del PP, José María Aznar, dijo ayer en Sevilla que "a veces se exagera cuando se habla de fuertes discusiones en el Congreso, que está hecho para discutir y no para estar callado". Culpó de lo sucedido al presidente en funciones, José Beviá, y aseguró que "un buen presidente habría zanjado el incidente en 10 minutos", informa Efe.

Ausencia de los ministros

El ministro de la Presidencia, Alredo Pérez Rubalcaba, dijo tras la reunión del Consejo de Ministros que se trataba de un "incidente aislado" y aseguró que, hasta donde el Gobierno conoce, no puede hablarse de irregularidades en la votación. Para Rubalcaba, el escándalo no está justificado, ya que, según dijo, los primeros datos señalan que la votación no fue irregular. El titular de Presidencia aseguró que el Gobierno lamenta lo ocurrido y también la ausencia total del Ejecutivo en el hemiciclo. El titular de Trabajo, José Antonio Griñan, estaba en Grecia en una reunión de la Unión Europea.

José Beviá dijo ayer en Valencia, donde participó en una reunión de los delegados valencianos al 33º congreso del PSOE, que "el PP utiliza al Parlamento como un ámbito de agitación política", informa Juanjo García del Moral. Explicó los incidentes porque, "en el último mes, el PP ha introducido una gran crispación en la vida política".

Beviá expresó su convicción de que esta actitud obedece a que el PP "ha empezado ya la campaña electoral". Según Beviá, el partido conservador "no deja pasar ninguna oportunidad para erosionar al Gobierno". "El PP piensa que eso le beneficia", añadió, "cuando no es así, sino que perjudica a la democracia".

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