_
_
_
_
_
Estado de alarma

El PP duda si debe aprobar la medida pese al coste político

El no es casi imposible, el sí depende de llamadas del Gobierno

Carlos E. Cué

El Gobierno duda qué hacer, pero la oposición duda aún más. Con la opinión pública muy sensible ante una crisis que dejó en tierra a más de 600.000 personas en el puente de la Constitución y amenaza con estropear las Navidades a otras tantas, Mariano Rajoy reunió ayer a su cúpula para analizar su estrategia y, una vez más, todo quedó en el aire.

Como es habitual, no se tomó ninguna decisión y se dejó la posición abierta para que sea Rajoy quien, en el último momento, decida qué votará el PP si el Gobierno lleva al Congreso la prórroga del estado de alarma. Esperar y ver es siempre la estrategia preferida de Rajoy. En este caso, ver cómo se mueve el Gobierno y la opinión pública. Aún así, según varios miembros de la cúpula popular, el ambiente en la dirección está lejos de un voto negativo. No está descartado, insisten, pero el debate interno se mueve más bien entre una abstención y un sí.

Rajoy, molesto porque Rubalcaba le llamó pidiendo apoyo y después le criticó
Más información
CiU, PNV y CC apoyarán para evitar el riesgo de otro colapso

El riesgo de que la opinión pública, muy enfadada con los controladores, se vuelva en contra del PP si el voto es negativo es alto, creen algunos dirigentes. Pero buena parte de su electorado y de los medios cercanos al PP también reclaman que Rajoy sea duro en este asunto.

Todo dependerá también de las llamadas de última hora desde La Moncloa, dicen en la calle Génova. De hecho, buena parte de la posición de ayer de la dirección, muy crítica con la posibilidad de una prórroga, tiene su origen en una llamada que el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalba hizo al líder del PP el viernes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Le llamó para anunciarle que se estaban planteando la posibilidad de una prórroga, y para pedirle que le avanzara en privado cuál sería la posición del PP. Rubalcaba le explicó que le gustaría contar con su apoyo. Rajoy no dejó claro qué haría, anunció que lo pensaría y quedaron para volver a hablar. El líder del PP estaba muy molesto, y así se lo hizo saber a su equipo, porque después de esa llamada en buen tono para pedir apoyo, Rubalcaba le criticó con dureza en el mitin del domingo en Valencia. "Si Rajoy gobernara, los controladores cobrarían más y trabajarían menos", aseguró el vicepresidente primero.

Rajoy estaba tan molesto ayer que Dolores de Cospedal reveló esta conversación privada a la prensa -algo que el líder del PP siempre critica- para reprocharle esta actitud a Rubalcaba.

Sin embargo, fuentes cercanas al vicepresidente coinciden en que la conversación fue en buen tono, pero recuerdan algo que obvia el PP: que fue Rajoy quien, el sábado, después de esa charla, criticó con dureza la gestión de la crisis. "A Zapatero tanto talante y tanto chiste solo le ha servido para decretar, por primera vez en la democracia, el estado de alarma", satirizó Rajoy en Cáceres. Rubalcaba se habría limitado así a contestar a esas críticas el domingo.

Nada está pues decidido, y el no es poco probable, aunque el PP amagó con este rechazo. "No se puede declarar la alarma de forma preventiva", aseguró Cospedal, que también avaló la teoría conspirativa de que la Guardia Civil detuvo el jueves a la atleta Marta Domínguez para tapar informativamente el debate de los controladores en el Congreso.

María Dolores de Cospedal, ayer, tras la reunión del PP.
María Dolores de Cospedal, ayer, tras la reunión del PP.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_