_
_
_
_
_

El PP propone un certificado de convivencia para inmigrantes

El documento serviría para renovar el permiso de residencia

Rebeca Carranco

El Partido Popular cada día da un paso más en su batalla para abanderar el discurso de mano dura con la inmigración en Cataluña. El presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, aterrizó ayer en Salt (Girona), municipio con un 41% de inmigración y donde él no tiene ninguna competencia, para desgranar un discurso "políticamente incorrecto" sobre los sin papeles, según sus propias palabras.

En la línea populista de aprovechar el filón de la inmigración, Fernández Díaz propuso que los Ayuntamientos expidan certificados de convivencia que se tengan en cuenta a la hora de renovar permisos de residencia y de trabajo. El buen inmigrante será aquel que no tiene sanciones por incivismo, que lleva a sus hijos al colegio, que respeta la ciudad y que no tiene quejas de sus vecinos. Hace unos días, el PP reveló que en su programa para las autonómicas pedirá que los Ayuntamientos delaten a los sin papeles empadronados a la policía. El padrón es básico porque permite a los ciudadanos el acceso a la sanidad y a la educación públicas.

El partido de Rajoy radicaliza el discurso en Cataluña con vistas al 28-N

No es casualidad que el PP catalán escogiera Salt para lanzar ayer una nueva propuesta de este tipo. Aunque ahora está en calma, en marzo varios enfrentamientos entre autóctonos y recién llegados crisparon el ambiente en la localidad y la mantuvieron en vilo varios días. El mes pasado, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya llevó también su discurso al municipio.

El PP se valió ayer de uno de sus dirigentes regionales más beligerante en materia de inmigración para ganarse a una audiencia especialmente sensible con el tema. Algo que ya hizo en Badalona, cuando su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, se paseó por los barrios con mayoría de gitanos rumanos con la eurodiputada francesa Maria Thérèse Sánchez-Schmid, en plena campaña de expulsión de los rumanos en el país vecino.

Fernández Díaz no temió en abordar temas complejos como la beca comedor para decir que hay que garantizar que nadie que tenga necesidad se pueda sentir excluido. También abordó el debate sanitario -hay personas que pasan del uso al abuso- y propuso que solo puedan acceder a la vivienda social aquellos que lleven al menos 10 años empadronadas para demostrar arraigo en la ciudad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Fernández Díaz alardeó ante su audiencia de atreverse a decir lo que los demás partidos no osan, pero no dejó claro cuándo se aplicarán sus medidas.

Fuentes del PP aseguran que llevarán a las elecciones autonómicas la propuesta de los 10 años de empadronamiento para acceder a la vivienda social. El certificado de convivencia lo postergarán hasta las elecciones municipales de 2011, según esas mismas fuentes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_