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Los escándalos que afectan al PP

El PP no quiere oír a las víctimas en la comisión sobre los espías de Madrid

Los presuntos seguimientos a políticos del PP en la Comunidad de Madrid se produjeron entre marzo y junio de 2008, según consta en los partes del espionaje. Pero el PP cree que para aclarar quién los ordenó y con qué fines es muy relevante lo que tenga que decir un político del PSOE que dejó el Gobierno autonómico en 1995: Virgilio Cano, consejero de Gobernación con Joaquín Leguina. Él figura en la lista de 12 comparecientes para la comisión de investigación que por fin presentó ayer el portavoz popular en la Asamblea de Madrid, David Pérez. Una lista en la que no están las víctimas de los seguimientos: el vicealcalde Manuel Cobo, el ex consejero Alfredo Prada y, de forma colateral, la diputada regional Carmen Rodríguez Flores y el que fue segundo de Prada, Juan Carlos Fernández.

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"Llamamos a quienes pueden contribuir a esclarecer si hubo espionajes; nosotros estamos convencidos de que no los hubo", explicó Pérez. Ignacio González -que fue sometido a seguimiento durante un viaje a Colombia- ha sido incluido en la lista "pero en su calidad de vicepresidente". Cobo, Prada y las otras víctimas sí han sido llamadas por PSOE e IU.

El "escenario correcto"

El PP llama a Virgilio Cano por lo mismo que a Carlos Mayor Oreja (ex consejero de Justicia con Ruiz-Gallardón): porque tuvo "competencias en materia de seguridad" y puede ayudar a "trazar el escenario correcto" y llegar "al fondo de la cuestión". Además, en la lista de los populares figuran el consejero de Interior, Francisco Granados; su viceconsejero, Alejandro Halffter; la secretaria técnica Mar Pérez; el director general de Seguridad, Enrique Barón; los responsables de seguridad Sergio Gamón, Miguel Castaño y Marcos Peña; el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo; y un alto cargo de éste, Juan Carlos Durán.

Por otro lado, Ignacio González compareció ayer ante la comisión de Vigilancia de las Contrataciones para responder a las acusaciones vertidas contra él por tres supuestas adjudicaciones irregulares. Dos de los contratos se adjudicaron a una empresa cuyo dueño viajó con González en 2008 a Johannesburgo, algo que él ayer ni mencionó. "Aquí se habla del contenido de los contratos, y éstos son impecables", zanjó. Sobre el tercer contrato, adjudicado a una empresa cuyo dueño era socio de familiares de González en otra, negó cualquier irregularidad: "¿Hay familiares míos entre los adjudicatarios? No. Jamás he adjudicado nada a un familiar".

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