El PSOE impulsa a otro portavoz para blindar al presidente del Gobierno

Todavía se está en pleno ajuste, pero en "las próximas semanas" se apreciarán los resultados. Esta es la previsión de la dirección socialista respecto a la estrategia de coordinación entre el PSOE y el Gobierno, tanto en la comunicación de las políticas como en la respuesta a acontecimientos previstos o inesperados.

Para ello, la ejecutiva federal cuenta con la secretaria de Política Internacional del partido, diputada y portavoz de Exteriores del Grupo Socialista, Elena Valenciano. Oficialmente es la portavoz del comité electoral, que preside el vicesecretario general, José Blanco, pero esa condición le otorga la facultad de opinar sobre todos los asuntos, según decisión de este y del secretario de Organización, Marcelino Iglesias. Ambos coinciden en alabar la valía de esta dirigente, tanto por sus conocimientos y formación como por la contundencia en la réplica a la oposición, señalan fuentes socialistas. Estas ponen como ejemplo su papel en el reciente conflicto de El Aaiún, cuando sin dejar de defender la relación con Marruecos ha explicado "mejor que nadie" el compromiso con los saharauis.

Elena Valenciano responderá con más frecuencia a críticas de la oposición

Aunque la oposición ha hecho cierta mofa de la multiplicidad de portavoces en el Gobierno, los socialistas siguen con su apuesta de contar con varias voces para "blindar" a Zapatero y que evitar que esté tan expuesto como hasta ahora, sin parapetos. En el Gobierno juega ese papel el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La base de la nueva estrategia se sustenta en el "trípode" formado por Rubalcaba, Blanco e Iglesias. Ahora bien, se ha querido que haya "otras voces". Que cada vez se escuchen más. Así, desde el Ejecutivo, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, expondrá la posición gubernamental sobre muchos temas, aunque cada responsable defenderá las políticas de su cartera. En el PSOE, Iglesias será el portavoz oficial, aunque sus características personales y políticas le llevan a mantener un tono institucional, incompatible con posiciones agresivas hacia la oposición. Además, Iglesias ha iniciado de manera discreta su ronda de reuniones de trabajo en todas las federaciones socialistas para analizar sobre el terreno la situación interna y electoral.

¿Quién ostentará el perfil más duro? Fuentes socialistas responden que no existirá esa figura; serán varios los que tengan un doble papel, aunque Valenciano llevará el día a día de la respuesta política del partido. La decisión de otorgarle un papel de primera fila no impedirá que Blanco actúe muchas veces como principal azote de la oposición. Ahora bien, como ministro de Fomento continuará con su tarea de intentar llegar a acuerdos con las Comunidades Autónomas, sean del color político que sean.

También Valenciano tendrá el papel institucional que ejerce ahora como mano derecha del portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, en materia internacional, en el que está acostumbrada a pactar con la oposición. Junto a ella, Antonio Hernando y Gaspar Zarrías, responsable autonómico y de política municipal, respectivamente, ambos en el comité de estrategia, serán otras de las voces del partido.

Pilar Alegría, diputada y vocal de la ejecutiva federal adscrita a la Secretaría de Organización ya con la anterior titular, Leire Pajín, pero persona de confianza de Iglesias, gana importancia también en el nuevo equipo. La lista termina con Pedro Sánchez, diputado y estrecho colaborador de Blanco. Por el lado parlamentario, Alonso ocupa su propio espacio "como negociador y muñidor de la estabilidad del Gobierno", señalan los interlocutores consultados.

Estos mismos reconocen que, un mes después de los cambios en el Gobierno y en el partido, el engranaje "empieza a funcionar", aunque aún queda trabajo por hacer. Muchas horas de reuniones para que la maquinaria esté a pleno rendimiento y los equipos cuajen en un solo bloque bien compactado.