El PSOE sitúa el escándalo en la lucha "sin cuartel" del PP

La mitad del tiempo para la desbocada situación de desempleo y, la otra mitad, para el espionaje que se ha producido en el PP. Éste fue el temario central, junto a la posible huelga de jueces, que ayer consumió la reunión de la ejecutiva federal del PSOE. El hilo conductor de todas las intervenciones desfiló por la creencia de los dirigentes socialistas de que el espionaje no tenía como objetivo desvelar irregularidades sino "utilizar las informaciones para el chantaje".

Esta apreciación, que se formuló dentro de la ejecutiva, no fue tan explícita por parte del vicesecretario general, José Blanco, que se extendió en la gravedad de los hechos y los situó "en la lucha sin cuartel dentro del PP y, sobre todo, de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón". Este dirigente citó en todo momento a la "comunidad y al ayuntamiento de Madrid" para que ayuden a la investigación y se puedan exigir "responsabilidades políticas y jurídicas".