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Peres defiende ante el Príncipe los ataques de represalia sobre Gaza

Don Felipe aboga en Israel por la convivencia con el futuro "Estado palestino"

Fiel a su imagen de paloma con garras de acero, el presidente de Israel, Simon Peres, ha defendido ante los Príncipes de Asturias los bombardeos del Ejército israelí sobre la franja de Gaza. "El Estado de Israel hace todo lo necesario y lo seguirá haciendo para defender la seguridad de sus ciudadanos y poner fin al terrorismo", ha dicho Peres en la cena oficial ofrecida hoy a sus huéspedes en el hotel Rey David de Jerusalén. Aunque el enfrentamiento entre Hamás e Israel se ha tomado un respiro en las últimas horas, el mandatario israelí aprovechó la ocasión para denunciar que cientos de miles de ciudadanos de su país están expuestos a los cohetes y granadas de mortero lanzados desde la franja y que un adolescente de 16 años sigue grave por el ataque a un autobús escolar el pasado jueves. "La comunidad internacional entera debería plantarse frente a un ataque terrorista contra civiles y condenarla sin ambages", espetó a su invitado. Pasó por alto el hecho de que 19 palestinos han muerto y 70 han resultado heridos en las operaciones de represalia israelíes.

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El Príncipe no aludió a la última escalada de violencia, pero abogó por perseverar en la búsqueda de un acuerdo que permita "la convivencia de Israel con todos los Estados árabes vecinos, incluido el palestino, en condiciones de armonía, plena seguridad y reconocimiento de la legitimidad del otro". Al dar por hecha su existencia, don Felipe no hizo sino adelantarse a la decisión que el Gobierno español deberá adoptar tras el verano: el reconocimiento del Estado palestino. España, según fuentes diplomáticas, quiere que este reconocimiento se realice en el marco de un acuerdo con Israel o, al menos, con sus socios de la UE. Si ni siquiera esto fuera posible, pues Alemania se opone a todo paso unilateral, España iría adelante si una "masa crítica" de países europeos están dispuestos.

El reconocimiento del Estado palestino no resulta en sí polémico. El propio Peres dijo ayer que la solución de "dos estados para dos pueblos" es compartida por la práctica totalidad de las fuerzas políticas de su país. Lo controvertido son los parámetros de ese nuevo Estado: las fronteras de 1967, la capital en Jerusalén Este y el derecho al retorno de los refugiados. Los palestinos esperan que el reconocimiento sirva para presionar a Israel y los israelíes no quieren hablar de él hasta que haya un acuerdo de paz.

Por eso, don Felipe preguntó a Peres cuándo podrían reanudarse las negociaciones interrumpidas en septiembre pasado y le ofreció los buenos oficios de España como mediadora. "España ha estado siempre y seguirá estando a disposición de las partes para generar espacios de entendimiento mutuo, en plena colaboración con la Unión Europea y otros actores internacionales", dijo, tras recordar que este año se cumplen dos décadas de la Conferencia de paz de Madrid.

Los Príncipes se convertirán mañana en los primeros miembros de la Casa Real española que visitan Palestina. Ayer fueron los segundos en pisar Israel, donde estuvieron los Reyes en 1993. Las Familias reinantes europeas evitan esta conflictiva región, pero la Monarquía española es consciente de que tiene una relación histórica que cuidar con árabes y judíos. Y tanto unos como otros agradecen el gesto.

El heredero de la Corona fue recibido en la residencia del presidente israelí con honores propios de jefe de Estado, salvo los militares. Una veintena de escolares cantaron el himno tradicional de bienvenida ("Sea la paz con nosotros") y tres de ellos, que vivían en España hasta hace un año, entregaron un ramo de flores a doña Letizia, ataviada con traje de chaqueta blanco.

A 60 kilómetros de Jerusalén, en el Centro Isaac Rabin de Tel Aviv, los Príncipes conocieron por la tarde un Israel muy distinto: el de la modernidad y la alta tecnología. Tras recorrer una exposición sobre diseño digital, en la que colabora un instituto catalán, departieron en inglés con estudiantes e investigadores. "Sois la mejor razón para el optimismo, los mejores representantes de un futuro prometedor", les dijo don Felipe. Pero incluso en el recinto universitario había jóvenes en uniforme militar y fusil en ristre, como prueba de Israel es un país en permanente estado de guerra.

El princípe Felipe y la pricesa Letizia con el presidente israelí, Simon Peres, en una recepción antes de la cena oficial ofrecida en su honor en Jerusalén.
El princípe Felipe y la pricesa Letizia con el presidente israelí, Simon Peres, en una recepción antes de la cena oficial ofrecida en su honor en Jerusalén.LIOS MIZRAHI (GETTY IMAGES)

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