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Pinchazo de participación en las consultas soberanistas

LNi la proximidad de las elecciones autonómicas ni el incierto futuro del Estatuto movilizó ayer a los 211 municipios catalanes donde se celebró la oleada de consultas soberanistas, que carecen de valor legal alguno. La plataforma organizadora logró solo que se acercara a las urnas un 17,7% de los ciudadanos, según datos provisionales. Pese a que el sí volvió a ganar por más de un 90%, la participación fue la más baja de las tres oleadas de consultas, dado que en diciembre votó el 27% del censo y en febrero el 21%. Ni la implicación de la cúpula de Esquerra (ERC) y de Convergència (CDC), salvo Artur Mas, logró arrastrar a las urnas a los ciudadanos.

Joan Puigcercós, presidente de ERC, socio de gobierno de los socialistas, aprovechó la jornada para coquetear con CiU y recordar que los dos partidos nacionalistas pueden trabajar por una idea en común. El intento de seducción no hizo efecto en las filas convergentes, que nunca han perdonado a ERC que diera la presidencia de la Generalitat a los socialistas. "Supongo que Puigcercós no ha cambiado de opinión", ironizó Felip Puig, número dos de los convergentes. Puig justificó la ausencia de Mas en los actos de apoyo a las votaciones porque está centrado en luchar en la crisis económica.

Grandes ciudades

La consulta se abrió por primera vez a las grandes ciudades y el ensayo rozó el desastre. En Girona, votó el 21,39% y en Reus el 14,72%. El peor resultado fue el de Lleida con solo el 8,2%. Los organizadores rechazaron fijar una cifra de participación alegando que era una consulta más multitudinaria que las anteriores, con 1,3 millones de votantes. El resultado constata que el movimiento independentista pierde fuelle.

Los organizadores achacaron el bajo seguimiento a las dificultades para incentivar el voto en las urbes y optó por una huida hacia delante. "Era la prueba necesaria antes de realizar la consulta en Barcelona en 2011. Ya no tenemos miedo", dijo el portavoz, Uriel Bertran. En ese sentido se expresaron los políticos que votaron, todos de ERC: el presidente del Parlament, Ernest Benach, y los consejeros del gobierno catalán Jordi Ausàs, de Gobernación, y Josep Huguet, de Innovación. Los socialistas no están por la labor de apoyar las consultas. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, del PSC, dijo que los catalanes "no están por aventuras". El presidente de la Generalitat, José Montilla, no votó en Sant Just Desvern, donde reside.

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