El Poder Judicial sanciona a una juez por criticar a un colega
María Sanahuja discrepó del instructor del 'caso Palau'
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha impuesto una sanción leve de advertencia a la juez progresista de la Audiencia de Barcelona María Sanahuja por censurar en una emisora de radio la actuación del juez que instruía el caso del saqueo del Palau de la Música, Juli Solaz. Sorprende en fuentes judiciales que el Poder Judicial sancione ahora a Sanahuja y, en cambio, haya hecho la vista gorda en innumerables casos de jueces que han discrepado de colegas esgrimiendo, como ella, el marco constitucional de la libertad de expresión. Sobre la actuación de Solaz, Sanahuja comentó que algunas de sus actuaciones "seguramente" obedecían "a la presión de los medios de comunicación" y mostró su extrañeza por lo "parco" que habían sido algunos interrogatorios de implicados en el escándalo.
El Consejo destaca las "prerrogativas y honores" inherentes a los magistrados
El Consejo entiende que la magistrada "no solo valoró en sus intervenciones públicas (...) las decisiones judiciales del instructor, lo cual no merecería reproche disciplinario, sino que entró en valoraciones globales (...), lo cual resulta claramente desconsiderado". También le reprocha que no observe "la debida cortesía ni buenos modales" que debe exhibir un juez al expresar en sus comentarios "desaprobación, incomprensión y preocupación sobre el actuar profesional concreto de otro magistrado".
El órgano de gobierno de los jueces considera que esos reproches "contribuyen a la merma de la confianza social en la justicia, como inevitablemente se produce cuando un miembro de la carrera judicial emite comentarios o valoraciones en público de carácter desconsiderado u ofensivo hacia otro integrante del mismo poder por sus actuaciones profesionales".
También fundamenta el Consejo su decisión en que "a los integrantes del Poder Judicial se les confieren mayores prerrogativas y honores que al resto de la ciudadanía en correspondencia a la alta función que la sociedad les tiene encomendadas".
Lo que en realidad hizo Sanahuja fue recriminar a Solaz, igual que hicieron otros muchos colectivos catalanes, que tardase tanto en admitir la querella del fiscal contra los saqueadores confesos del Palau Fèlix Millet y Jordi Montull, así como en citarlos a declarar, y que, sin motivarlo, rechazase muchas de las diligencias que pedía el fiscal. En síntesis, lo que el Consejo sanciona es la mera discrepancia de un juez sobre la actuación de otro.
Sanahuja, exjuez decana de Barcelona, entiende que la decisión del Consejo vulnera su derecho a la libertad de expresión, por lo que recurrirá el asunto ante el Tribunal Supremo.
El ponente del acuerdo sancionador ha sido el vocal del Poder Judicial Carles Cruz, un exabogado laboralista de la asociación Jueces para la Democracia, a la que también pertenecen Sanahuja y Solaz. En esta asociación hay ahora mismo corrientes internas enfrentadas.
