_
_
_
_
_

Protestas contra el alcalde de Salamanca por no rehabilitar a Unamuno como concejal

El regidor del PP recibe abucheos durante la conmemoración de la muerte del escritor

Por primera vez tras 27 años se produjeron gritos y muestras de repulsa en el acto de la ofrenda floral con la que se conmemora la muerte de Miguel de Unamuno en Salamanca el último día de 1936. Las protestas se dirigieron al alcalde de la ciudad, Julián Lanzarote, motivadas por el acuerdo del grupo popular en el Ayuntamiento de la capital, el pasado día 28, de no dejar sin efecto, como proponía el PSOE, el acta de la Corporación por la que Unamuno fue privado de su condición de concejal elegido por el pueblo a raíz de su enfrentamiento con el general Millán Astray el 12 de octubre de 1936.

Más información
El rector vasco continúa expulsado del Ayuntamiento
"Venceréis, pero no convenceréis"

Con motivo del 70 aniversario de la muerte del autor de Del resentimiento trágico de la vida, la obra póstuma que preparaba Unamuno al fallecer, las intervenciones habituales de un txistulari y un tamborilero fueron sustituidas por una escenificación que pretendía rememorar la trayectoria del escritor nacido en Bilbao ante las alrededor de 400 personas que asistieron al acto que instauró en 1979 el primer alcalde democrático, Jesús Málaga.

Una vez terminado el recital, en el momento en el que el alcalde y la presidenta de la Diputación salieron para depositar la corona de laurel ante la efigie del pensador, se escucharon desde diferentes puntos pitos y gritos de "fuera, fuera", "Lanzarote, fuera", "caradura", "hipócrita", que fueron ahogados por los aplausos cuando los dos políticos populares colocaron la corona ante la escultura de Pablo Serrano. La presidenta de la Diputación señaló momentos después: "He oído más aplausos que protestas".

Una vez terminado el acto de la ofrenda floral, un miembro de la Policía Municipal de paisano, junto a otro agente con uniforme, se dirigió a un joven que se encontraba en uno de los sectores desde los que se gritó contra el alcalde de Salamanca y le requirió que se identificara. En ese momento, personas que se encontraban en el entorno se arremolinaron alrededor de los agentes, a los que increparon, motivo por el que desistieron en el intento de identificarlo.

Opinión de los familiares

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Entre los familiares de Miguel de Unamuno asistentes al acto se señalaron diferentes puntos de vista en torno a la decisión tomada por el grupo mayoritario popular en la Corporación municipal.

Uno de los nietos, Miguel de Unamuno, identificado con el PP de Zamora y en cuyo Ayuntamiento fue concejal por ese partido, apuntó que la decisión del Partido Popular salmantino "es una anécdota más, pues Unamuno está suficientemente rehabilitado ante el pueblo de Salamanca", y precisó que "no sé si él lo hubiera querido [retirar simbólicamente el acuerdo municipal de octubre de 1936], porque lo que él hubiera querido es ser reconocido por el pueblo".

Sin embargo, otros miembros de la familia, como los médicos y profesores Pablo Unamuno y Luis Santos, manifestaron un criterio contrario, aunque se negaron a formular declaraciones para evitar conflictos familiares, puesto que, como ya había señalado previamente Pablo Unamuno, "bastantes problemas tuvimos ya el año pasado con la utilización por el Ayuntamiento de la frase 'Venceréis, pero no convenceréis' en relación con el Archivo de la Guerra Civil".

A causa de la situación generada por el acuerdo tomado en el pleno municipal tres días antes, al término del acto de homenaje, al que asistieron también el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y el rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Battaner, se advirtió una especie de prevención de personas públicas, incluidos los políticos, a la hora de formular declaraciones.

No obstante, al acto acudió aproximadamente un número similar de personas al que ha sido habitual en años anteriores, aunque la Policía Municipal señaló el dato de unas 800 asistentes, número de personas imposible de acoger en el semicírculo en torno a la escultura al arrimo del torreón del convento de las Úrsulas.

Previamente a la ofrenda tradicional, miembros de la Asociación Memoria y Justicia que preside el historiador Santiago López, vicerrector de la Universidad de Salamanca, colocaron doce rosas rojas ante el nicho de Miguel de Unamuno en el cementerio de la ciudad, a lo que siguió una intervención breve en torno a lo que representó la figura del rector fallecido 70 años antes.

Entre el grupo de asistentes figuraba uno de los nietos del escritor, Pablo de Unamuno, así como dirigentes del PSOE salmantino y otras organizaciones políticas y ciudadanas.

En coincidencia con el 70 aniversario del fallecimiento de Miguel de Unamuno, uno de sus discípulos y amigos predilectos, el escritor y periodista José Sánchez Rojas, es motivo de recuerdo al cumplirse el 75 aniversario de su muerte en una exposición en torno a su ajetreada vida en la villa ducal de Alba de Tormes, donde nació en el año 1885.

Unamuno, en el momento de abandonar la Universidad de Salamanca tras su enfrentamiento con Millán Astray.
Unamuno, en el momento de abandonar la Universidad de Salamanca tras su enfrentamiento con Millán Astray.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_