"Querido sr. presidente, me voy de España"

Tal y como expuse en mi carta publicada en el diario ELPAÍS el pasado 26 de septiembre, "Si España no quiere saber nada de mí, yo tampoco quiero saber nada de España", me encontraba participando en un proceso de selección para au-pair. Le comunico que finalmente esta semana acepté de forma irrevocable un puesto de trabajo y hoy mismo compré un billete de avión con destino Génova. Es una pena que me haya comprometido ya, porque de haber llegado alguna oferta unos días antes, a estas horas estaría con un contrato de FBE (Formo Becarios para Explotarlos) en España. Sin embargo, no descarto la posibilidad de volver de vacaciones para visitar a mi familia durante las Navidades.

Quiero manifestarle mi deseo de renunciar a pertenecer a la tasa de desempleo juvenil español, y así se lo hago saber, para que por medio de usted formalice correctamente mi baja en las oficinas del INEM. Quiero también transmitirle mi deseo de renunciar a las etiquetas de "Ni-ni", "Parásita" o "Peter Pan", ya que no las consigo asociar con mi forma de ser.

Me gustaría que supiese que no consigo sentirme realizada como profesional y como persona en este país y no exagero cuando digo que España me ha defraudado, engañado y roto los sueños que alimentaron mi niñez. Creo que tengo suficientes motivos que explican mi salida y espero que pueda llegar a comprender que necesito vivir y comer en cualquier otro lugar del mundo que me ofrezca posibilidades. De tal modo, quisiera darle las gracias por la oportunidad educacional que me brindaron en su día así como por las promesas futuras que, aunque nunca cumplieron, son hoy las que alimentan mis ganas de superación.

Le deseo a usted y a la persona que le sustituya en el futuro mucho éxito en los años venideros, y que cuando hagan memoria colectiva, se acuerden que en 2010 hubo toda una Generación de (Pre)Parados que sentían que estaban en el lugar y en el sitio equivocados, que estuvieron frustrados, desmotivados, estancados y que, muchos de ellos, tuvieron que salir del país en busca de un futuro mientras España se limitó a mirar cómo nos marchábamos.

Sin otro parecer, señor presidente, me voy de España.

Me despido atentamente,

Rocío Reina

P.D. Le ruego se ponga en contacto lo antes posible con Dominique Strauss-Kahn - Director Gerente del FMI - para comunicarle que, como yo, muchos de los "perdidos" hemos encontrado nuestro camino fuera de España. Estoy segura de que la noticia le causará una alegría tremenda.