_
_
_
_
_

"¿Quién es ése al que matamos?" "Es mi hijo"

Natalia Junquera

Se llama Pastora Mira, es colombiana y un día recogió en la calle a un joven de 17 años gravemente herido en una pierna. No le hizo preguntas y se lo llevó a su casa. Le curó, le dejó dormir y le preparó el desayuno. Al abrir los ojos, el joven le preguntó: "¿Qué hacen ahí las fotos de ése que matamos anteayer?". Pastora contestó: "Ésta es su casa, yo soy su madre y la cama en la que duermes es la suya". Mira, de 51 años, contó ayer su historia en el IV Congreso Internacional de Víctimas de Terrorismo. Las víctimas extranjeras, sobre todo colombianas, realizaron la mitad de las intervenciones y aportaron estremecedoras historias, seguidas de peticiones de conciliación y unidad.

Más información
Zapatero acepta mediar con la guerrilla colombiana para liberar secuestrados

El encuentro de Mira con el verdugo de su hijo ocurrió en mayo de 2005. Los paramilitares de Colombia ya le habían arrebatado a su padre, asesinado en los años sesenta; a su hija, secuestrada en 2001, y a su hijo, que "comido por la ira" decidió atacar a los grupos que financiaban a los paramilitares hasta que cayó en sus manos.

"Rompió a llorar cuando le dije que el de las fotos era mi hijo", continúa Mira. "Me contó que le habían torturado durante 15 días antes de matarlo. Yo le di un teléfono y le dije: 'En algún lugar del mundo tiene que haber una madre preocupada por ti, llámala y dile que estás vivo'. Porque en ese momento me di cuenta de que eran chicos muy jóvenes cargados de dolor y venganza. Estos grupos paramilitares funcionaban de forma jerarquizada y nunca podríamos acceder a la cúpula, pero sí a las bases, para derribar el edificio desde abajo, poco a poco".

Aquel joven trabaja hoy con Pastora en el Centro de Acercamiento para la Reparación y la Reconciliación, en San Carlos (Colombia). "Nunca volvimos a hablar de mi hijo. Ahora tenemos en el centro a 32 victimarios y 90 víctimas. Nos han ayudado a localizar 15 fosas de desaparecidos", explica Mira. Ella encontró el cadáver de su hija con datos de unos y otros, tras haberla buscado escarbando ella misma la tierra durante cinco años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_