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Reportaje:Las consecuencias de las llamas

¿Quién prende fuego al monte?

Greenpeace define ocho perfiles de personas que provocan las llamas que arrasan el 70% de la superficie forestal que arde cada año en España

Elsa Granda

Aproximadamente en el 47% de los incendios que se declaran anualmente en España nunca serán clarificados. Un informe de Greenpeace dado a conocer en agosto de 2007 identificó ocho perfiles de incendiarios, a los que, según la organización ecologista, se podía atribuir tres de cada cuatro incendios con causa conocida (el 75,28%) y que son responsables del 70% de la superficie forestal calcinada. Entre 1997 y 2007, sólo el 1% de los 20.000 fuegos que se producían de media en España acabó con algún detenido. Las penas de prisión para los responsables de estos delitos pueden llegar a los 20 años. Éstos son los retratos robot elaborados por Greenpeace.

- El agricultor irresponsable.Ha visto cómo sus abuelos y sus padres utilizaban el fuego para realizar tareas de mantenimiento de sus haciendas. Es una práctica muy extendida en el centro y noroeste de España. Greenpeace destaca que "hace uso del fuego [para quemar rastrojos] sin autorización y sin tomar precauciones. Este perfil aglutina buena parte de los juicios. Los ecologistas calculan que la superficie quemada por los agricultores irresponsables está en torno al 13,90%. Se les atribuye el 31,2% de los fuegos.

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- El ganadero inconsciente. Una persona de edad avanzada que tiene un buen conocimiento del monte. Utiliza el fuego para "detener el avance del matorral y de alimentar al ganado a partir de la regeneración del pasto". Uno de los peores incendios causados por estas prácticas se produjo en el Parque Nacional del Lago de Sanabria, en Zamora, en 2005. El fuego arrasó 10.000 hectáreas. Este perfil acumula el 21,5% del total de incendios y un 26,5% de la superficie quemada.

- El pirómano. "Hombre de menos de 40 años que obtiene satisfacción e incluso se excita observando la acción del fuego, pero sin la intención de hacer daño". Disfrutan con el despliegue montado para la extinción e incluso ayudan en las labores de los antiincendios. Según Greenpeace, su patología le provoca un trastorno del control de los impulsos. Los expertos calculaban en 2007 que existía un centenar de pirómanos que era responsable del 2% de los fuegos. Se les atribuye el 4,97% de la superficie quemada. En 2006, un ex funcionario de Tráfico fue condenado a dos años de cárcel y cinco de internamiento en un psiquiátrico como autor de varios focos en Lugo.

- El asocial conflictivo. Se trata de personas jóvenes que tienen un perfil inadaptado y conflictivo. En muchas ocasiones tiene antecedentes penales. Suelen reincidir. Utilizan el fuego para descargar su rabia, vengarse o llamar la atención. En ocasiones puede tratarse de trabajadores de los servicios antiincendios despedidos o de personas que tienen problemas vecinales. Uno de los actos más trágicos de este tipo de incendiarios, que provoca el 3% de los fuegos, ocurrió en Cercedo (Pontevedra). Murieron tres personas y 8.000 hectáreas ardieron.

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- El mal cazador. El informe de los ecologistas destaca que son muy imaginativos a la hora de fabricar artefactos incendiarios y especialistas en no ser detectados. Conocen muy bien el espacio forestal y queman el monte para favorecer la proliferación de ciertas especies. Greenpeace destaca que entre 1996 y 2005 no fue detenido ni uno sólo de estos cazadores "a los que se les atribuyen en ese periodo 2.342 fuegos". Los aficionados a la actividad cinegética están aproximadamente tras el 4% de los incendios.

- El imprudente. Habitantes del medio rural o veraneantes, usuarios de barbacoas, fumadores que tiran colillas o personas que encienden hogueras. El episodio más trágico ocurrido en España relacionado con este tipo de comportamiento se produjo en Guadalajara en 2005, cuando un grupo de personas encendió una barbacoa y provocó un incendio que acabó con la vida de 11 personas y arrasó 13.000 hectáreas.

- El interesado. Es uno de los perfiles más abiertos. Aglutina a personas que obtienen algún beneficio del fuego. Puede tratarse de personas que desean prolongar su contrato laboral, cobrar más horas extra, o iniciar un incendio por encargo. Greenpeace señala: "El mercado de la extinción de incendios mueve tantos intereses que han configurado la economía del fuego, que están generando la necesidad de que haya incendios forestales". Gracias a la Ley del Suelo se evitaron muchos incendios que tenían como objetivo recalificar los terrenos quemados para construir. El interesado provoca el 0,36% de los incendios.

- 'Don Importante'. Es una persona respetable que nunca ha tirado una cerilla, pero de sus responsabilidades "derivan decisiones que afectan al estado de conservación de las infraestructuras de distribución eléctrica, el estado de las cunetas o de las medidas de precaución en los trabajos forestales, etcétera". Son responsables del 2,61% de los fuegos.

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