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ETA asesina con una 'bomba lapa' al ex jefe de la lucha antiterrorista de la Ertzaintza en Guipúzcoa

Aurora Intxausti

El suboficial de Información de la Ertzaintza Ramón Doral Trabadelo, de 36 años, ex jefe de la lucha anti-ETA en Guipúzcoa, fue asesinado ayer en Irún mediante una bomba lapa adosada en los bajos de su automóvil. El asesinato de Doral es el segundo que sufren responsables directos de la Ertzaintza, ya que en noviembre de 1993 murió en Bilbao el ex sargento Joseba Goikoetxea, máximo responsable del grupo de información de estos cuerpos, conocidos como los AVCS (Adjuntos a la Viceconsejería de Seguridad). El consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa, responsabilizó del asesinato de Doral a ETA, HB y al periodista de Egin Pepe Rei, que publicó el libro El jesuita, donde se citaba al ertzaina muerto.

El atentado se produjo sobre las 9 de la mañana cuando el Opel Vectra que conducía Doral circulaba entre las calles de Miguel Astibar y Cipriano Larrañaga. En ese momento se produjo una explosión que desplazó el coche 40 metros hasta chocar contra una furgoneta. Los viajeros del vagón de cola de un tren que llegaba en ese momento a la estación de Irún se encontraron con el cuerpo destrozado del ertzaina.Jesús Jiménez, voluntario de la Cruz Roja, que trasladó hasta el hospital de Bidasoa al herido, indicó que éste tenía las piernas destrozadas y que llegó al centro sanitario con parada cardiorrespiratoria. Dos horas después de sufrir el atentado, Doral falleció en la residencia Nuestra Señora de Aranzazu, de San Sebastián, a causa de las graves heridas sufridas en los muslos y las nalgas, con abundante pérdida de sustancia y sangre. "Estaba reventado por dentro", según un policía nacional.

Rosa, la portera del bloque de viviendas del número 40 del paseo Colón, había despedido a Ramón Doral, a su esposa Cristina Sagarzazu Lambert, y a su hijo menor cinco minutos antes del atentado. El suboficial de la Ertzaintza subió a su automóvil, estacionado a 50 metros de su casa para ir a Vitoria, donde tenía previsto asistir a una reunión en el departamento de Interior.

Un estruendo hizo a Cristina Sagarzazu y a su hijo volver sobre sus pasos y, tras enterarse de que la explosión se había producido en un coche, comprobó que se trataba de su esposo. La mujer, según el alcalde de Irún, el socialista Alberto Buen Lacambra, mostró gran entereza. "Te sorprende ver a personas que han sufrido un atentado tan cruel que sean capaces de mostrarse tan serenas en situaciones tan difíciles", indicó el alcalde.

Un kilo de explosivoEl conductor de un vehículo que circulaba por la calle en la que se produjo el atentado terrorista intentó avisar al ertzaina, apenas unos segundos antes de la explosión, de que llevaba un objeto extraño colgando de los bajos del vehículo.

Los investigadores sospechan que la bomba fue colocada durante la noche teniendo en cuenta que la víctima, según manifestó su esposa, había utilizado el coche el domingo. El artefacto, compuesto de un kilo de dinamita, estaba fijado a la chapa del automóvil mediante imanes de herradura de fabricación francesa. La bomba se accionó por un sistema de bola o de mercurio, que cerró un circuito eléctrico, cuando el coche del ertzaina realizó un movimiento brusco.

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Doral, afiliado al sindicato ELA-STV, pertenecía a la primera promoción de la Ertzaintza y era amigo del ex sargento mayor de la policía vasca Joseba Goikoetxea, también asesinado por ETA. Estuvo afiliado en el PNV, perteneció a EGI (las juventudes nacionalistas) y fue miembro de la Junta Municipal de Irún.

El atentado conmocionó al pueblo de Irún y al Partido Nacionalista Vasco. Doral Trabadelo, de 36 años, casado y padre de tres hijos, había estado afiliado desde 1977 al PNV hasta que aprobó la oposición de ingreso en la Ertzaintza, según señalaron en el batzoki (sede del PNV) de Irún. El día antes de su muerte había acudido a esa sede nacionalista acompañado de su esposa y sus hijos a recoger las papeletas de voto y dirigirse posteriormente a su colegio electoral. Doral había jugado al fútbol en los juveniles del Real Unión de Irún y había sido remero. Doral estaba destinado actualmente en los servicios técnicos de la Ertzaintza en Bilbao, adonde se trasladaba diariamente entre las ocho y nueve de la mañana y regresaba a las 22 horas.

La capilla ardiente del ertzaina, a la que acudió el lehendakari, José Antonio Ardanza, fue instalada en la comisaría de Irún, en la que hoy se oficiarán los funerales. Compañeros de trabajo de Ramón Doral se concentraron ayer en Irún y en más de un centenar de localidades vascas hubo manifestaciones silenciosas para condenar este nuevo asesinato.

El alcalde de Irún, Buen Lacambra, dijo que el atentado es "una muestra más de la irracionalidad que está instalada en nuestras calles. Te preguntas si ésta es la reacción a las elecciones o verdaderamente crear el conflicto en la misma jornada electoral".

En el batzoki de Irún, viejos militantes nacionalistas que conocían a Ramón Doral y a toda su familia política, vinculada al PNV desde hace más de tres décadas, les era imposible ocultar la rabia que sentían por el asesinato del ertzaina. "Estamos dolidos y lo que pretenden es provocarnos; pero no vamos a entrar en el enfrentamiento entre vascos. Por ahí no vamos a pasar", señaló uno de los afiliados.

Atutxa acusa a los "bolígrafos envenenados"

El consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa, destacó ayer que el asesinado Ramón Doral figuraba citado en el libro El jesuita del que es autor Pepe Rei, redactor jefe del diario Egin. "Apuntó directamente a quien hoy ha asesinado ETA", dijo. Atutxa, afectado, manifestó que "la res ponsabilidad es mucho más amplia" que quien puso la bomba lapa en el coche del ertzaina. Acusó a os dirigentes de HB y, en concreto, a Antton Morcillo, quien recientemente amenazó a la policía autónoma y dijo que "donde las dan las toman".El consejero también extendió la responsabilidad al "bolígrafo envenenado de ciertos periodistas que, lejos de ser profesionales, son copartícipes directos". Citó a Pepe Reí, que en la página 353 de su libro se refería a Doral diciendo que "grabó ilegalmente la entrevista entre el sindicato de la Ertzaina, ERNE, y el ex senador de HB Iñigo Iruin" y que "ha dirigido todas las actuaciones de la Ertzaina contra HB y ETA en Guipúzcoa". Juan María Atutxa prosiguió: "No olviden en ningún momento todo eso que se escribe para poner en el punto de mira. No olviden toda la publicidad que se hace, en la que se marcan un poco las pautas de a quién debe asesinarse mañana a través de un medio de comunicación como es el Egin y a través de esos periodistas corruptos y manipuladores".

El. consejero, que aseguró que la Ertzaintza no va a caer en la provocación, puso de relieve que los que colaboran con Egin, "insertando publicidad y apoyando a que se siga manipulando, están también indirectamente colaborando" en los atentados.

Fuentes del Ministerio de Justicia e Interior atribuyen el asesinato de Doral a un grupo satélite del comando Donosti. Éste podría ser el mismo que a fines del año pasado mató con una bomba lapa al comandante Luciano Cortizo, en León, y que también mutiló gravemente al capitán Juan José Aliste, en Salamanca, por idéntico procedimiento.

Con la muerte de Doral, ya son siete los miembros de la policía vasca fallecidos en atentado o en enfrentamiento con etarras. El primero, en 1985, fue el superintendente Carlos Díaz Arcocha, teniente coronel del Ejército.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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