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Una treintena de encapuchados intenta linchar al alcalde de Hernani en su despacho municipal

Aurora Intxausti

Una treintena de jóvenes, la mayoría encapuchados, intentó ayer linchar al alcalde de Hemani (Guipúzcoa), José Antonio Rekondo, de Eusko Alkartasuna (EA), mientras trabajaba en su despacho del Ayuntamiento. Dos policías municipales y una unidad antidisturbios de la Ertzaintza se lo impidieron. Los agresores, que proferían gritos amenazadores, como "Rekondo, entzun, pim, pam, pum" ("Rekondo, escucha, pim, pam, pum"), se habían. manifestado antes en protesta por la detención de cinco presuntos miembros de un grupo Y al que se considera responsable de múltiples sabotajes.Hemani amaneció ayer entre incidentes. Estudiantes de los dos institutos de esta localidad guipuzcoana se dedicaron hacia las nueve de la mañana a levantar barricadas para cortar el tráfico en varias carreteras, lo que supuso la primera intervención de la Ertzaintza. Los jóvenes volvieron a concentrarse después para manifestarse por la ciudad.Su protesta era por las detenciones, en la madrugada anterior, de cinco supuestos integrantes de un grupo Y,- de apoyo a ETA, al que la Policía Nacional considera responsable de la mayor parte de las acciones de violencia callejera que se suceden en esta población desde que Herri Batasuna, la formación política más votada, perdió en 1991 la alcaldía por un pacto entre Eusko Alkartasuna (EA), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE).

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Hacia las diez y media, la marcha desembocó en la plaza de los Gudaris. Ante el cariz de los acontecimientos, varios policías municipales trataron de cerrar la entrada del Ayuntamiento. Vana pretensión. Una treintena de los manifestantes, la mayoría con los rostros cubiertos, les desbordaron a empujones, penetraron en tropel en el edificio y subieron hasta el segundo piso, en el que se encuentra situado el despacho del alcalde, José Antonio Rekondo (EA), quien en ese momento estaba trabajando en su interior.

A púñetazos y patadas

Pese a la rapidez exhibida por los agresores, que coreaban amenazadoramente "Rekondo, entzun, pim, parn, pum" ("Rekondo, escucha, pim, pam, pum'), algunos agentes consiguieron adelantárseles y colocarse ante la puerta de la sala. No pudieron impedir que los alborotadores la aporreasen a puñetazos y patadas, pero, al menos, impidieron que la abrieran o derribasen.El forcejeo, en el que resultaron rotos un macetero y la cerradura de la puerta de acceso al salón de plenos, duró unos cinco minutos. Justamente, hasta que otros jóvenes, que se habían quedado, vigilantes, en el exterior del inmueble, dieron el aviso de que varias patrullas de la policía vasca estaban llegando. "¡La Ertzaintza! ¡Vámonos!", gritaron. De ininediato, los violentos echaron a correr escaleras abajo, salieron del consistorio y se dispersaron en fuga. Los agentes antidisturbios no lograron arrestar a ninguno de ellos.

Rekondo, que ha anunciado para hoy una conferencia de prensa, reconoció: "La llegada de la Ertzaintza ha evitado que fuera linchado". Después calificó el ataque del que había podido salir indemne en última instancia como "un episodio más de la guerra sucia con la que el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) combate la voluntad democrática del pueblo". "Para ganar la batalla de la libertad es necesario", añadió, "que los demócratas resistamos agresiones de este tipo e incluso peores".

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Inaxio Oliveri, secretario general de EA, condenó la acción, que, en su criterio, supone "una expresión más de la actitud nazi y fas cista del entorno de ETA". "Aquéllos que están defendiendo más lo- s valores de la democracia y, en definitiva, los que más están trabajando para la construcción de este país en las diferentes instituciones son los que más sufren es tas agresiones", continuó. En este sentido, conceptuó a Rekondo como "uno de los símbolos del bien hacer ' así como de la oposición a la barbarie y la imposición a que esta gente quiere someter a todos los vascos".

Oliveri recordó también la resolución de EA en Guipúzcoa de pedir a la Ejecutiva Nacional que no se acuerden acciones conjuntas con HB mientras no cesen estos hechos y, aunque defendió la participación de ese partido en las instituciones, reiteró: "Es evidente que difícilmente se puede ir con quienes agreden a los nuestros".

A su vez, Ramón Jáuregui, secretario general de los socialistas vascos y consejero de Justicia en el Gobierno del lehendakari José Antonio Ardanza (PNV), consideró el linchamiento frustrado de Rekondo como "el reflejo del carácter fascista que preside los comportamientos de los violentos", que, añadió, acaban igualmente de romper los huesos a una mujer en San Sebastián por llevar el lazo azul en solidaridad con los secuestrados José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux.

"La reacción de los chavales", insistió Jáuregúi, "es una muestra más del fascismo que anima a esta gente y del salvajismo que les acompaña", un exponente "de la subversión de valores que les incita". En función de ello, alentó a los policías y los jueces a seguir desarrollando su labor mientras "los políticos y los educadores" hacen la suya.

Mientras tanto, los conductores de autobuses de San Sebastián (CTSS) reiteraron ayer su llamamiento a las asociaciones de vecinos de la ciudad para que se impliquen también contra las continuas quemas de estos vehículos por parte de los radicales. "Nadie ha respirado todavía", se lamentó el presidente del comité de empresa, Manuel Chaves. Los empleados de la CTSS, al igual que los de otras compañías guipuzcoanas de transporte por carretera, estudiarán esta semana la posibilidad de convocar una huelga.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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