_
_
_
_
_
Reportaje:

Radicales ante las catacumbas

Batasuna se halla desorientada políticamente, sin estructura ni referentes - Afronta la disyuntiva de sobrevivir clandestinamente o desmarcarse de ETA

El comunicado de una anónima Mesa Nacional con el que abría el diario Gara su edición la pasada semana es lo que mejor ilustra la situación en que se encuentra la izquierda abertzale tras la última actuación judicial que ha desentrañado los nexos entre PCTV y ANV con Batasuna y ha encarcelado a sus últimos dirigentes conocidos. Fuentes del entorno abertzale coinciden en afirmar que el arresto de quienes trataban de recomponer la dirección ha dejado a la formación "descabezada" y en plena clandestinidad, sin el mínimo margen de maniobra política.

Al contrario que en los últimos años, en que se ha movido en una suerte de semilegalidad consentida, Batasuna se encuentra hoy irremisiblemente fuera de la ley, abocada a la intemperie. Una nueva realidad que ha reconocido al emitir su primer comunicado anónimo: sabe que ahora cualquier dirigente puede ir a la cárcel si asume públicamente su representación o se convierten en su portavoz.

Muchos 'abertzales' reconocen sentirse desbordados por la presión del Estado La respuesta de ETA puede ser dar "barra libre" a la violencia callejera
No hay líderes. Las sentencias y las acciones policiales han hecho estragos El sindicato LAB es la única estructura legal que le queda al mundo 'abertzale'
Más información
SEXTO GOLPE A LA 'KALE BORROKA' EN UN SEMESTRE

Desde las filas abertzales reconocen sentirse desbordados por la intensidad de la presión del Estado, cuyo alcance les ha dejado sin respiración, con una mínima capacidad de reacción y sin saber vislumbrar aún sus consecuencias. "Batasuna está desorientada políticamente, sin estructura interna y, lo que es peor, sin referentes", describe un militante abertzale que reconoce su angustia por "no ver una salida" a la situación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

¿Cómo se van a poder sobreponer si ni tan siquiera se pueden reunir?, ¿quiénes y cómo van a adoptar las decisiones en condiciones así, de dura clandestinidad?, se pregunta ese y otros miembros de la izquierda radical. Por el momento, se imponen "tiempos de resistencia", añade con desolación. No hay elección y resistir es la única salida para una formación que ya ha conocido tiempos difíciles. Pero jamás como los actuales.

Por un lado, ante una situación extrema como la presente, no sería sorprendente que la respuesta de ETA fuera, con toda probabilidad, la consigna de "barra libre", asegura a este periódico otra fuente abertzale. Esto supondría activar todos los "frentes de lucha", incluida una kale borroka sin límites, como ya se apuntó este fin de semana. Nos encontramos, por tanto, "en la situación de mayor peligro", añade la misma fuente. Sin embargo, ETA tiene esta disposición desde que rompió la tregua, pero los hechos han ido demostrando que su capacidad operativa es limitada y que pasa actualmente por momentos de un forzado "repliegue".

La jornada de lucha de la pasada semana fue un intento de Batasuna de practicar su política de "resistencia" destinada a demostrar que no ha perdido capacidad de movilización. La huelga resultó, sin embargo, una demostración de debilidad por la limitada incidencia que tuvo, pese a los numerosos actos de sabotaje y coacción desplegados. El sindicato LAB, el único organismo legal que le queda al entramado abertzale, asumió la convocatoria, pero el eco entre los trabajadores fue inapreciable salvo en los municipios donde tiene más electorado ANV. Las elecciones del próximo 9 de marzo son el otro reto inmediato al que pretenden responder con la idea de demostrar que la izquierda abertzale sigue políticamente activa. No han renunciado a participar en las urnas y tratarán de proyectar la ficción de su fuerza electoral reclamando como propios los votos nulos.

Las fuentes abertzales citadas comienzan a atisbar con mucha preocupación las consecuencias que puede acarrear esta clandestinidad a la que le condena la política de firmeza del Gobierno central, sea del signo que sea. Creen que la nueva estrategia que impide toda actividad institucional y política puede empujar a Batasuna a enfrentarse irremediablemente a la disyuntiva de "tener que elegir entre lo malo y lo peor". O asumir su desaparición como frente político e institucional del mundo que aglutina ETA, al no poder subsistir utilizando la ventaja de la legalidad, o romper ese vínculo político-militar con la organización terrorista y convertirse en una fuerza política independiente, desmarcándose claramente de la violencia. En definitiva, entre sobrevivir en el papel subterráneo de la alegal KAS o su sucesora Ekin, o desmarcarse definitivamente de la banda.

"Las dos opciones son igual de malas y, sobre todo, muy difíciles de tomar para Batasuna", afirma otra fuente cualificada, mientras admite que la militancia se encuentra desconcertada y no atisba cuál de estas dos opciones puede estar la salida a esta situación límite. Reconsiderar la estrategia a estos niveles requiere, además, un debate en profundidad dentro de Batasuna. "Y la clandestinidad en la que hay que moverse hoy en día no ofrece las condiciones óptimas para ese debate", añade.

Tampoco quedan líderes. Las sentencias judiciales y las operaciones policiales han hecho estragos entre los dirigentes más cualificados de la formación. Casi un centenar de personas han ingresado en la cárcel sólo en estos tres últimos meses. Entre los encarcelados hay personas de "las cuatro generaciones de la izquierda abertzale", apunta otro militante de Batasuna, quien destaca el fuerte impacto de las últimas operaciones, que han retirado de la circulación a los cuadros más activos e implicados que seguían en libertad, lo cual dificulta todavía más si cabe una reflexión a fondo sobre el futuro.

Las distintas fuentes coinciden en que Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga, el actual secretario general de LAB, serían hoy por hoy las personas más capacitadas para liderar Batasuna en esa difícil coyuntura. Ellos han sido y son esos "referentes" que necesita Batasuna para aclararse y decidir cómo tira para adelante: con o sin ETA. Pero Otegi está en la cárcel y tiene otras causas pendientes que lo mantendrán entre rejas. Rafa Díez es la autoridad reconocida que queda en libertad. Ha sido interlocutor cualificado en casi todos los procesos de diálogo abordados con la izquierda abertzale. Su próxima salida de la dirección de LAB le dejaría las manos libres para asumir esa tarea sin implicar al sindicato.

De izquierda a derecha, Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga.
De izquierda a derecha, Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga.

El jefe encarcelado

- La detención en 1998 de la Mesa Nacional le lanzó como nuevo portavoz abertzale.

- Ha participado en las conversaciones que mantuvo Batasuna con partidos democráticos vascos y tanto con representantes del Gobierno de Aznar como con el de Rodríguez Zapatero.- Cumple en la cárcel de Martutene una condena hasta agosto. Pero tiene otras causas pendientes.

El líder en libertad

- Dirige desde hace dos décadas el sindicato LAB, la estructura legal más posibilista y con mayor incidencia social que tiene el mundo abertzale.

- El próximo abril abandonará su cargo al frente del sindicato y pasará a un segundo plano sin relevancia pública.- Interlocutor imprescindible en las conversaciones que ha protagonizado Batasuna, Díez está también encausado en un sumario judicial.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_