Rajoy aplaca la euforia del PP ante el 22-M

"No podemos confiarnos, aquí no hay nada ganado", ha advertido este miércoles el líder del PP, Mariano Rajoy, para aplacar la euforia de las encuestas, que auguran un vuelco conservador el 22-M. Rajoy ha participado en un acto de entrega de carnés en Torrejón de Ardoz (Madrid), donde ha insistido ante 600 seguidores en la idea de aplacar el triunfalismo. En esta tesis, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha prevenido a los militantes del riesgo de la euforia. "Hay que vacunarse contra el virus del triunfalismo", ha dicho para rematar: "Ganar es muy difícil, especialmente por mayoría absoluta, como tiene que hacer el PP para gobernar".

Rajoy y Aguirre han puesto como ejemplo de prudencia electoral Torrejón de Ardoz, donde el PP arrebató hace cuatro años el poder municipal al PSOE por sólo 66 votos.

Demasiadas leyes

El líder del PP ha subrayado que existen "demasiadas leyes". "En España sobran decretos y reglamentos", ha sentenciado en alusión a iniciativas como la Ley Antitabaco o la reducción del límite de velocidad por autopista y autovía a 110 kilómetros, convertidas por el PP en ariete contra el Gobierno.

La idea del 22-M como antesala de unas elecciones generales ha sobrevolado el discurso de Rajoy, que ha desgranado sus primeras medidas en La Moncloa. Si gana en 2012, el conservador eliminará la reciente reforma laboral y modificará la política energética -no ha mencionado la apuesta del PP por las nucleares-. También rebajará el impuesto de sociedades, desarrollará leyes para emprendedores (que no ha desvelado), subirá las pensiones y reforzará otras "prestaciones sociales". Unas iniciativas que casan mal con la llamada a la "austeridad", que ha salpicado en varias ocasiones su intervención. Sin embargo, al final, todo se reduce a la propuesta expresada a gritos por el auditorio, avalada con un gesto de aprobación por Rajoy: "Hay que tirar a Zapatero".