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11-M: caso cerrado

Rajoy apoya que se siga investigando

Ruiz-Gallardón: "Absolutamente todos tenemos que hacer reflexiones"

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy es un hombre prudente, que suele cuidar mucho sus gestos. Ayer, en uno de los momentos claves de su mandato, cuando tenía que ofrecer la primera reacción tras una sentencia demoledora contra el bulo de la conspiración alentado también por el PP, Rajoy bajó de su despacho y pasó ante todos los periodistas fumando un puro, algo inédito. Mostrando con ese gesto y con sus palabras la tranquilidad que se respiraba en su partido, el líder del primer partido de la oposición se aferró al hecho de que los supuestos inspiradores hayan sido absueltos para ofrecer un espaldarazo a quienes, dentro del PP y en sus medios afines, han alentado la teoría de la conspiración: "Quiero recordar también que el PP defendió siempre la necesidad de investigar hasta sus últimos detalles todos los aspectos del atentado más grave de nuestra historia. Por ello, hemos apoyado la investigación que ha dado lugar a la sentencia dictada hoy y seguiremos apoyando cualquier otra que permita avanzar sin límites en la acción de la justicia, ya que los acusados como inductores o autores intelectuales, son los términos que utiliza la sentencia, no han sido condenados como tales".

Ese seguir investigando "sin límites" fue interpretado rápidamente en el PP como un espaldarazo para quienes, con Eduardo Zaplana al frente, han promovido más de 500 preguntas parlamentarias que buscaban vincular a ETA con el 11-M, entre ellas la que pedía buscar rastros de etarras en las montañas afganas de Tora-Bora, donde se ocultó Bin Laden.

Rajoy preparó su texto -no aceptó preguntas-, en el que también homenajeó a las víctimas y dejó claro que el PP "respeta las decisiones judiciales", con Ángel Acebes e Ignacio Astarloa, ministro y secretario de Estado de Interior cuando se produjo la matanza. Y se aprestó a reivindicar que "la mayoría de los condenados fueron detenidos, en tiempo récord, por un Gobierno del PP". Una línea de defensa pactada en abril en maitines, pero no utilizada hasta ahora.

Rajoy, según diputados de su entorno, no podía desaprovechar el hueco abierto por la sentencia sobre la autoría intelectual. Tiene a una buena parte de su grupo, entre ellos el portavoz parlamentario, muy implicado con la investigación paralela, y se arriesgaba a críticas feroces de sus medios afines si no les apoyaba. En su escaño, Jaime Ignacio del Burgo releía la sentencia con detalle.

En Barcelona, Alberto Ruiz-Gallardón fue tajante: "Absolutamente todos tenemos que hacer reflexiones", dijo al ser preguntado sobre la actuación de Acebes tras el 11-M. Luego, defendió que bajo el mandato de Acebes se detuvo a los principales implicados. Gallardón concluyó que se "ha hecho justicia" y afirmó que la sentencia es un "triunfo del Estado de derecho".

El líder del PP, Mariano Rajoy, tropieza justo antes de dirigirse a los medios de comunicación, en la sede del PP en Madrid.
El líder del PP, Mariano Rajoy, tropieza justo antes de dirigirse a los medios de comunicación, en la sede del PP en Madrid.EFE
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