Rajoy se apunta a las elecciones anticipadas
El Gobierno considera "incoherente" la petición del presidente de las cajas
En la oposición todo se aprovecha y Mariano Rajoy tardó poco en subirse al carro de la petición de elecciones anticipadas. El líder del PP no había utilizado este recurso en su estrategia, pero tras oír que las pide el presidente de las cajas de ahorros, Juan Ramón Quintás, ha decidido deslizarse por esa pendiente.
"Ya hay voces de importancia grande que reclaman el anticipo de los comicios", dijo Rajoy en la clausura en Córdoba del II Encuentro de presidentes provinciales e insulares del PP. Añadió que refleja "un estado de ánimo de mucha gente" y significa que "la sociedad va por un lado" y el presidente del Gobierno "está perdido y va por otro lado".
El Gobierno, en cambio, despachó con desdén la petición y, a través de la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, tachó de "incoherente" a Quintás. Salgado subrayó que abogó por adelantar las elecciones después de haber acusado al poder político, y en concreto a las comunidades autónomas, de "injerencia" en los asuntos de las cajas de ahorros. La vicepresidenta, que actuó ayer como portavoz ocasional del Gobierno, se preguntó si Quintás "ha recabado la opinión del resto de las cajas de ahorro". En todo caso, aseguró que no hay razones para ese adelanto electoral: "La verdad es que yo le veo siempre acompañado, al presidente del Gobierno, y, es más, muy bien acompañado".
Quintás también fue desautorizado por el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, quien aseguró que el presidente de la CECA es una persona "muy seria", pero que es al Gobierno a quien corresponde anunciar una convocatoria electoral.
El diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares también rechazó la posibilidad de convocar elecciones anticipadas y descalificó a Quintás. "A la patronal se le ve el plumero en su deseo de impedir una salida de izquierdas a la crisis", aseguró el diputado en el Congreso.
Sin embargo, Llamazares aseguró que ha constatado la "desorientación del Gobierno y el desconcierto interno del PSOE". Según dijo, Zapatero es víctima de su propia "política errática".
