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Rajoy da largas a la idea de Aguirre de que las rentas altas paguen por las medicinas

Carlos E. Cué

A pesar de que se juntan allí los hombres y mujeres más poderosos de España, sobre todo los presidentes autonómicos, en los comités ejecutivos del PP se acabó hace tiempo el debate. Solo el fallecido Manuel Fraga, que ayer fue homenajeado en este órgano, animaba a sus compañeros con planteamientos políticos de fondo o críticas constructivas que obligaban al líder a contestarle. Pero ayer hubo una excepción. Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid, decidió introducir un asunto que está en las conversaciones privadas de casi todos los presidentes autonómicos pero ninguno lo lleva al Comité Ejecutivo. Planteó que las comunidades están ahogadas sobre todo por el gasto farmacéutico. Y propuso una idea. No habló en ningún momento de copago, pero sí preguntó por qué se subvencionan los medicamentos de la misma manera a una persona sin recursos y a alguien de clase alta.

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Y fue más allá. El otro gran gasto de las comunidades es la educación. Y aunque defendió que tanto la sanidad como la educación deben ser gratuitas y universales, también planteó que algunos gastos los asuman las rentas altas. Puso el ejemplo de la educación no obligatoria. Miró a sus compañeros, todos de rentas altas y algunos muy altas, como ella, y les dijo: "¿Por qué una comunidad como la mía tiene que pagar el 90% del coste de un máster universitario a un hijo de alguien como los que estamos aquí sentados?". Algunos se sonrieron con la idea de que Aguirre plantee dejar de pagar el máster a los cachorros del PP.

También apuntó a otros gastos que se podrían reducir si se aumentan las tasas judiciales en función de la renta. Ningún dirigente autonómico siguió su estela. Solo hablaron Alberto Núñez Feijóo, para recordar a Fraga, y Antonio Basagoiti, para homenajear a Gregorio Ordóñez, ya que ayer se cumplían 16 años de su asesinato a manos de ETA.

Rajoy tomó la palabra después de Aguirre para cerrar la reunión, como es habitual. Pero no contestó directamente. Dijo que el Gobierno tiene su calendario de reformas previsto, lo que muchos interpretaron como una forma de decir que lo que plantea Aguirre ahora no toca. Algunos dirigentes creen que este tipo de reformas, que tocan sanidad y educación, muy polémicas, se dejarán para después de las elecciones andaluzas. Rajoy pospuso así el debate.

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