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Rajoy frena a Gallardón: "Podría ser el 'número dos', pero hay otros; prudencia"

El alcalde de Madrid no avisó a su líder de que le reclamaría en público ir en la lista del Congreso

Carlos E. Cué

A Mariano Rajoy no le gustan las sorpresas. Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, no le avisó de que iba a reclamarle en público, y ante toda la cúpula del PP, que le incluya en la lista al Congreso para las generales. Por eso, Rajoy, un hombre que presume de tomar las decisiones con calma, y si son internas, con el mínimo ruido posible, le paró ayer los pies con un ligero coscorrón dialéctico: "Gallardón podría ser un buen número dos, pero hay muchos otros. Todo a su debido tiempo. En la vida, un poquito de prudencia". Esperanza Aguirre, rival de Gallardón, apoyó el discurso de Rajoy.

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Rajoy dio ayer una lección de su gusto por las metáforas, los dobles sentidos y, en general, el arte de esquivar las preguntas sobre asuntos internos o delicados. Ya lo hizo precisamente en otro episodio protagonizado por los dos grandes líderes madrileños, cuando Esperanza Aguirre presentó una biografía autorizada muy crítica con Gallardón. Rajoy lo resolvió entonces apelando a Romanones y su "¡joder qué tropa!".

Rajoy acudió a Antena 3 en su afán por sacar partido a su victoria electoral por 160.000 votos y presionar al PSOE para que no pacte con los nacionalistas en Navarra, algo que le va a llevar a recorrer varios medios de comunicación, siempre conservadores. Pero se encontró con que el asunto del día era otro. Y trató de huir. "Tenemos un material humano de primera, estamos muy unidos y tenemos una firme voluntad de ganar. El PP tiene muchas personas y muy brillantes, y Gallardón podría ser un buen número dos, pero también muchos otros".

Rajoy evitó en todo momento criticar al alcalde por la oferta, que considera razonable, pero sí lo hacía indirectamente por el momento y la oportunidad elegida para poner de actualidad este asunto. La mayoría de los dirigentes consultados ayer interpretan que el líder le ha pedido paciencia, pero no le ha dado ni mucho menos un portazo a un personaje como Gallardón, que el propio Rajoy decidió llevar a maitines, la cúpula del PP. "Todo el mundo quiere ayudar de la manera más intensa que puede, que es ir en la lista", dijo. A partir de ahí empezó a esquivar. "Cuando se convoquen las elecciones ya se lo diré, que es cuando se toman las decisiones: si un niño tiene siete años ¿le va a preguntar ahora su padre qué va a estudiar? pues déjeme esperar a que tenga posibilidad de elegir".

Luego amplió esa metáfora: "Hay muchos alumnos aventajados en España y a los ocho o nueve años aún no deciden la carrera que quieren estudiar. Incluso hay gente que empieza a estudiar la carrera y es gente muy inteligente, muy capaz, y luego se da cuenta de que lo que hay que hacer es estudiar otra". Entre hombre precavido vale por dos y la fortuna de los audaces, Rajoy se queda en el medio, "donde está la virtud".

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Mientras, Aguirre, que significativamente anunció ayer que se volverá a presentar para ser presidenta del partido en Madrid, parecía molesta por el protagonismo de Gallardón: "Ni que lo hubiera dicho por primera vez [lo de las listas]", respondió con una sonrisa. Rajoy dijo de ella que como presidenta autonómica no puede ser diputada, "pero sí senadora".

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El diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo habla con Mariano Rajoy en el Congreso.ULY MARTÍN

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