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Arranca la precampaña del 22-M

Rajoy juega a todo o nada con Cospedal

El líder arranca la precampaña con una idea: Castilla-La Mancha es la clave - La cúpula arropa a la secretaria general mientras Camps espera su confirmación

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy es un hombre cauto, pero cuando llegan elecciones a las que él no se presenta, arriesga. Si en 2009 se la jugó a todo o nada en Galicia y ganó -sus críticos afilaban sus armas por si había derrota-, en 2011 la apuesta es Castilla-La Mancha. El líder del PP dio ayer arranque a la precampaña con un gran acto de presentación de la candidatura de Dolores de Cospedal, su secretaria general. Rajoy arriesgó tanto que llegó a decir: "El cambio empieza aquí y luego habrá un cambio en toda España. María Dolores encabeza el proyecto de cambio más trascendental para Castilla- La Mancha en la historia de la democracia".

Rajoy vincula así el éxito o fracaso del PP en las autonómicas y municipales a lo que suceda en esta tierra gobernada por el PSOE desde hace casi 30 años. Tan arriesgada es la apuesta, que algunos en el PP creen que se ha ido demasiado lejos. Podría suceder, explican, que tuviera un éxito rotundo en municipales, arrebatando varias capitales de provincia claves como Sevilla, y luego perder por la mínima en Castilla-La Mancha y que el PSOE pudiera venderlo como un éxito.

El PP cree que es la comunidad más fácil de arrebatar al PSOE
Algunos dirigentes opinan que se ha ido demasiado lejos en la apuesta
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Pero en la dirección están convencidos de que ganarán. Las encuestas internas les dicen que aunque pierdan en Ciudad Real, única provincia que reparte escaños impares, pueden gobernar si sacan dos diputados al PSOE en provincias como Guadalajara, algo que los sondeos internos más recientes les otorgan.

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El PP cree que no perderá ninguna comunidad de las que tiene, pero sólo podrá hablar de éxito si arrebata alguna a un PSOE en horas bajas. Asturias se ve complicada por el efecto Cascos. En Canarias el resultado puede ser bueno, pero gobernar es difícil si no logra ser el partido más votado. Baleares se ve al alcance de la mano, pero siguen aflorando casos de corrupción y hay algunas escisiones internas. En Extremadura se espera un buen resultado, pero no ganar. Aragón mejorará, pero todo depende de con quién quiera pactar el PAR. En Cantabria hay alguna posibilidad, aunque lejana. Lo que está más a tiro, dicen, es Castilla-La Mancha.

Por eso, porque es un punto estratégico, la cúpula en pleno se desplazó ayer hasta Albacete. Desde Javier Arenas, Alberto Ruiz Gallardón, Ana Mato o Esteban González Pons hasta Esperanza Aguirre o Alicia Sánchez Camacho. Solo faltó Soraya Sáenz de Santamaría, que pese a su rivalidad interna con Cospedal sí tenía previsto acudir y falló a última hora.

Esta imagen contrasta con la soledad en la que la cúpula ha dejado de momento a Francisco Camps, que reclama una y otra vez un apoyo público que solo recibe a medias. Rajoy hace tiempo que desea que dimita, dicen en su entorno, pero como él no quiere y el líder no se anima a echarlo, ha aceptado que sea candidato. Eso sí, tendrá que esperar un poco más. A Cospedal la confirmaron el viernes, y ayer la aclamaron. Camps probablemente lo logrará en dos semanas y sólo tendrá la foto con Rajoy en un acto conjunto con todos los presidentes en Mallorca. El líder irá a Valencia en Fallas, como cada año, pero no está previsto ningún gran acto con Camps hasta la campaña.

Rajoy lleva meses volcándose en actos con Cospedal en Castilla-La Mancha. Es su gran apuesta. Cree que fue un acierto nombrarla secretaria general porque así es muy conocida en la región. Sin embargo, ella tiene muchas críticas internas porque se le acusa de descuidar el partido.

En cualquier caso, Rajoy se va a volcar para empujar a Cospedal, muy criticada en la comunidad por cobrar 240.000 euros -el triple que el socialista José María Barreda- y por lanzar denuncias no demostradas que ayer eliminó de su discurso. Cospedal -que últimamente ha eliminado el "de" en su apellido- se emocionó en un mitin enorme para un partido en la oposición. Además presentó un proyecto basado en bajadas de impuestos a los empresarios -aunque también prometió pagar las 90.000 facturas pendientes del Gobierno regional a los proveedores, sin explicar cómo- y defendió su idea de que el PP es el verdadero partido de los trabajadores. "El PP tiene un compromiso con los que peor lo están pasando. Un objetivo, la creación de empleo. Un referente, la Constitución. Y una idea, que es el amor y la defensa de España".

Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, durante el acto de proclamación en Albacete de esta última como candidata del PP a la presidencia de Castilla-La Mancha.
Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, durante el acto de proclamación en Albacete de esta última como candidata del PP a la presidencia de Castilla-La Mancha.EFE

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