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Rajoy usa la crisis de Portugal para pedir elecciones anticipadas

"Cuando un Gobierno va mal, muchas veces lo mejor es un revulsivo"

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy llevaba meses desviando la mirada de Lisboa, donde la oposición apoyaba al Gobierno socialista. Hasta ayer. El presidente del PP, que viajó a Bruselas (Bélgica) para la habitual reunión del Partido Popular Europeo previa a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, atendió a la prensa nada más llegar con una idea clara: utilizar la crisis portuguesa para defender que las elecciones anticipadas, que él ha reclamado varias veces en España, pueden ser buenas incluso en plena crisis económica. "Cuando un Gobierno va mal, muchas veces lo mejor es un revulsivo, y ese revulsivo es la convocatoria electoral. Supongo que eso es lo que habrán entendido todos los partidos políticos en Portugal", sentenció Rajoy.

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Portugal comparte con España algo más que una península. Además de múltiples lazos económicos -bancos y cajas españoles tienen un tercio de los activos vecinos en manos internacionales-, ambos países tienen en común con Grecia lo que ya es casi una anomalía en Europa: Gobierno socialdemócrata y oposición de centro-derecha. En Grecia, la mayor parte de la crisis se fraguó bajo el mando del conservador Nueva Democracia, así que el único espejo político español es Portugal.

Rajoy trató siempre de evitar la comparación, porque su socio en Lisboa, Pedro Passos Coelho, apoyó hasta el miércoles todos los planes anticrisis del socialista José Sócrates. De hecho, José Luis Rodríguez Zapatero llegó a pedirle a Rajoy que hiciera como sus hermanos portugueses. El PP argumentaba entonces que en Portugal los planes de recortes -más duros- se negociaban con la oposición mientras, en España, Zapatero llevaba al Congreso su plan de ajuste de mayo de 2010 -aprobado por un solo voto y con por el rechazo del PP- sin habérselo siquiera anunciado a Rajoy.

El líder del PP recordó ayer que la oposición portuguesa ha respaldado muchas veces al Gobierno, "pero tras quedar demostrado que ese apoyo no ha servido para nada, todos los partidos han decidido que lo mejor es que haya elecciones y que haya un Ejecutivo nuevo que dé confianza, seguridad y certidumbre".

Pero ¿y si esta decisión de la oposición portuguesa acelera la intervención y el plan de rescate en Portugal? No hay comparación posible, dice el PP en privado, porque en España no hay riesgo de rescate. Rajoy, en su nueva fase con discurso más institucional, remató ayer esa idea en público: "España no necesita ningún rescate; es verdad que tiene un Gobierno que no hace bien las cosas, pero tiene potencial de crecimiento, buenos emprendedores, magníficos trabajadores y una alternativa". Esto es: el PP.

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Mariano Rajoy (izquierda) y Jorge Moragas, ayer en Bruselas.
Mariano Rajoy (izquierda) y Jorge Moragas, ayer en Bruselas.JEAN-CHRISTOPHE VERHAEGEN (AFP)

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