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Informe policial sobre el 'caso Gürtel'

Rapapolvo de Pedreira a los letrados de los diputados madrileños por entorpecer el caso

El magistrado instructor del caso Gürtel, Antonio Pedreira Andrade, ha reprochado a la defensa de los diputados regionales del PP de Madrid Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco y Alfonso Bosch su estrategia de recurrir "una y otra vez" todas las resoluciones y de exigir reiteradamente la nulidad de actuaciones para impedir que el juicio oral pueda celebrarse, "como si los graves hechos ocurridos no hubiesen sucedido".

La defensa de los diputados regionales impugnó un auto de Pedreira exigiendo que se les diese traslado de todas las conversaciones intervenidas en prisión a los principales imputados con sus abogados, pese a que dichas conversaciones no les afectaban a ellos.

Las impugnaciones responden "al afán de recurrir todos contra todo"
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En el auto, Pedreira permitía la audición íntegra de las conversaciones intervenidas únicamente a los abogados de defensores del cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, su lugarteniente, Pablo Crespo, y Antoine Sánchez, uno de los testaferros. El magistrado instructor precisa que son los abogados de estos imputados los únicos que pueden acceder exclusivamente a la integridad de las conversaciones grabadas.

Pedreira asegura que "un sector de los recurrentes pretende paralizar el incidente de nulidad, interponiendo constantemente toda clase de recursos". El juez lo considera "totalmente improcedente", porque no resulta "factible ni ajustado a Derecho" y afirma que "suscita perplejidad" que soliciten la nulidad de pleno derecho contra una resolución que se limita a cumplir un auto de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal de Madrid.

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El magistrado agrega que los imputados formulan sustancialmente las mismas alegaciones, con "hipótesis infundadas" y pretensiones "que deben ser rechazadas". El rapapolvo lo extiende a las "contradicciones" en que incurren y a la "impropiedad en el manejo de los tecnicismos" al confundir "una anulabilidad con una nulidad absoluta y de pleno derecho", errores que para Pedreira resultan "paradójicos y sintomáticos".

El auto impugnado, concluye el juez, es ajustado a derecho y el recurso contra el mismo parece responder "al afán de que recurran todos contra todo". Pedreira termina desestimando todos los recursos.

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