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Elecciones generales 20-N

Recelo mayoritario hacia los mercados

Pesimismo sobre el futuro de la UE

La crisis económica ha terminado por provocar un sentimiento de recelo hacia los llamados mercados. Son percibidos como los causantes de la crisis económica y también como una amenaza para la democracia. Un 79% de los encuestados por Metroscopia asegura que quien realmente manda en el mundo son los mercados y eso está debilitando los sistemas democráticos, según el 67%.

Los más críticos son los votantes de la izquierda: un 86% considera que los Estados ya no son los que realmente mandan en el mundo y, por tanto, son considerados como los responsables de la crisis, en mayor medida que los gobernantes. Aún así, hasta un 61% de los electores del PP sostiene que la globalización económica está debilitando a los sistemas democráticos, pese a que esta idea forma parte más de la ortodoxia de la izquierda que de la derecha.

La mayoría ve preocupante el ascenso de la ultraderecha
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El clima de pesimismo por la crisis arrastra también el sentimiento europeísta que en España es uno de los más arraigados de la Unión Europea. Sigue habiendo un 61% de españoles que entiende que la pertenencia a la Unión Europea es positiva, pero ese porcentaje es nueve puntos más bajo que el de hace seis meses.

En el centro de las críticas están las agencias de calificación, que con sus decisiones condicionan en gran medida la recuperación económica. La mayoría considera que no contribuyen al mejor funcionamiento de la economía, ni a hacerla más transparente; que fomentan la especulación y afectan de forma negativa y que la UE debería crear su propia agencia de calificación.

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Por otra parte, al hilo de la masacre de Noruega, la mayoría de los encuestados (56%) asegura que el aumento de la ultraderecha es un fenómeno preocupante en Europa.

El 80% cree que Camps dimitió porque no tenía otra salida

El PP y el propio Francisco Camps han pretendido presentar la dimisión de éste como un gesto de dignidad, para intentar rentabilizar su renuncia a la presidencia de la Generalitat valenciana. Sin embargo, la mayoría de los encuestados asegura que no tiene ningún mérito, puesto que ha dimitido cuando no lo quedaba más remedio, porque estaba ya a punto de sentarse en el banquillo.

Así lo asegura el 80% de los encuestados. Incluso, hasta el 57% de los votantes del PP no percibe ningún gesto de dignidad en la dimisión del presidente de la Generalitat. El aprecio de los votantes populares hacia Camps es bastante limitado, según se desprende de la respuesta a esa pregunta.

Ni siquiera se considera que la dimisión de Camps, que será juzgado por cohecho en otoño, vaya a beneficiar electoralmente al líder del PP, Mariano Rajoy. El 58% de los encuestados asegura que no le beneficiará nada y sólo el 33% que le beneficiará mucho o bastante. Curiosamente, hasta la mayoría de los votantes del PP limita las ventajas de la decisión.

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