Roca declara que se pagó a los policías del 'caso Farruquito' para tareas de seguridad
El ex asesor de Urbanismo de Marbella argumenta que como los agentes no estaban en activo no se cometió delito alguno
El ex asesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella Juan Antonio Roca -supuesto cerebro del caso Malaya- ha declarado este miércoles ante el juez que los pagos a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía implicados en el caso Farruquito fueron para comprarles un vehículo y por los honorarios de la defensa legal de ambos.
Roca ha prestado declaración, una vez más, como imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, Óscar Pérez, en relación con una pieza separada del caso Malaya en la que se investiga los supuestos pagos por valor de 38.500 euros a un inspector y un agente policial. La declaración de Roca ha durado sólo unos diez minutos. Después ha vuelto a la prisión de Albolote (Granada).
Según el letrado del ex asesor urbanístico, José Aníbal Álvarez, su cliente ha manifestado que se trataba de dos policías que no estaban en activo y que fueron contratados por el administrador de la sociedad Marques de Velilla, Óscar Benavente, para desempeñar labores de seguridad en la finca La Caridad. Al no estar en activo cuando se hicieron los pagos, su contratación para tareas de seguridad "no es ningún delito", según el abogado.
Vehículo para una finca
En declaraciones a los periodistas, Álvarez ha apuntado que los pagos fueron por la compra a los policías de un coche de la marca Nissan que se destinó a la finca La Morisca, así como para el asesoramiento jurídico prestado a los agentes.
Según un informe de la Brigada de Delincuencia Económica y Fiscal, Roca hizo seis pagos entre mayo de 2004 y diciembre de 2005 al inspector Bernardino R.M., con cantidades que oscilaron entre los 2.000 y 10.000 euros, y un único pago a José Miguel A.H. en enero de 2005.
El informe señala que ambos agentes eran investigados por la Brigada de Asuntos Internos por un asunto de drogas, una operación en la que una conversación telefónica permitió esclarecer el atropello mortal de un peatón, una causa por la que fue condenado el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, a tres años de cárcel.
Eludir la justicia
En aquella conversación, entre Bernardino R.M. y el presunto testaferro de Roca, Óscar Benavente, éste proporcionaba "una serie de directrices al objeto de que un tercero eludiera la acción de la justicia", según el informe.
Ambos agentes y Benavente fueron imputados en el caso Farruquito por un delito de encubrimiento, aunque finalmente fueron absueltos al declararse nulas las escuchas telefónicas.
