Rubalcaba dice que ya puede pedirse a la banca un "esfuerzo"

El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó ayer la buena marcha de la reestructuración bancaria, manifestada en las pruebas de resistencia conocidas el viernes, para anunciar que en cuanto concluya la reordenación del sistema financiero español habrá que pedirle un "esfuerzo adicional" a la banca para que se comprometa en la creación de empleo juvenil.

Rubalcaba puso el acento en esta propuesta no solo por su importancia. También la utilizó como ejemplo de una medida que el Ejecutivo en el que ha participado no pudo adoptar, pero que si gobierna dentro de unos meses lo podrá hacer porque para entonces "habrá culminado la reordenación financiera y se le podrá reclamar a la banca lo que no pudo hacerse en plena crisis". La aprovechó, también, para sacarse la espina de los ataques del PP que, estos días, le han acusado de "demagogo e izquierdista" por su propuesta sobre la banca, adelantada hace días, al recordar que estas medidas se están tomando en países "tan izquierdistas" como Alemania, Reino Unido o Francia.

El dirigente socialista no quiso referirse al procesamiento de Camps

Señaló, a modo de ejemplo, que si se destinara tan solo el 3% de los ahorros de los españoles a apoyar a los emprendedores, se crearían de entrada 60.000 puestos de trabajo.

Rubalcaba quiso realizar su primer acto público, tras ser proclamado oficialmente candidato socialista, en Extremadura, en su capital, Mérida, acompañado de Guillermo Fernández Vara, anterior presidente de la Junta, recién desalojado del Gobierno autónomo. Lo puso como ejemplo de salida "democrática" del Gobierno y le animó a realizar una "oposición útil" al nuevo Ejecutivo del PP, que le apoye en las medidas destinadas a crear empleo y se oponga a las que impliquen merma del Estado de bienestar.

El candidato socialista hizo una enardecida defensa de Europa y la política. Al hilo de la crisis griega, reclamó a los jefes de Estado y de Gobierno europeos que tomen la iniciativa política sobre los mercados para "resolver la incertidumbre griega" y subrayen que "Europa no está dispuesta a que su moneda sea objeto de especulación".

Quiso, también, subrayar la necesidad de "revitalizar el sector de la construcción". Aclaró que "no se trata de pasar del atracón al ayuno", que tendrá menos peso que el que tuvo, pero que no desaparecerá. Defendió la vía de la rehabilitación de la vivienda.

El candidato socialista mantuvo ayer el estilo que anunció en su discurso de proclamación como candidato el pasado 9 de julio. Pronunció un discurso propositivo. No atacó al Partido Popular. Llamó especialmente la atención que no hiciera ninguna alusión al procesamiento del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, que la víspera fue noticia relevante en todos los medios. Y justificó su silencio cuando afirmó que los ciudadanos no quieren la bronca entre los partidos porque eso les aleja de la política.